
¿Qué se puede hacer cuando un cliente no paga?
- Recordar amablemente que haga el pago (se puede hacer por teléfono). En ocasiones, basta con recordar a los clientes que hagan su pago: porque hay clientes que son muy despistados, otros que dejan pasar el tiempo por si la empresa se olvida y algunos otros que no podían pagar en el momento pero después lo pueden hacer.
- Si ha pasado un tiempo desde que se ha pedido el pago, preguntar si hay algo que se lo impide. Hablar con el cliente sinceramente para saber si hay algo que le impide el pago e intentar comprender las razones. En ocasiones, el cliente afirma que no pasa nada y hace el pago, en otras sí existe una razón de fondo que se debe valorar.
- Ofrecer algo de tiempo para el pago. Si un cliente está pasando por dificultades económicas que le impiden el pago en ese momento, pero en un futuro próximo puede afrontarlo, es mejor dejar ese tiempo a mayores.
- Conocer la razón del impago y ofrecer soluciones. Aunque una deuda no se puede perdonar, se puede negociar con el cliente el pago. Por eso mismo, es bueno conocer por qué el cliente no paga y ofrecer soluciones que satisfagan a ambas partes.
- Dar la posibilidad de pagar a plazos. Pagar a plazos puede ser la alternativa para muchas personas que no pueden pagar sus deudas en el momento, pero sí podrían hacerlo si es en “cómodas” mensualidades. Como la financiación no es accesible a muchos de estos clientes, la empresa puede brindar la posibilidad de pagar un poco cada mes hasta cancelar la deuda.
- Reducir la factura por pago pronto. Esta estrategia funciona con más clientes de lo que parece, sobre todo con los despistados o los que dejan pasar la deuda. Entre pagar comisiones por atrasos y que se reduzca la factura en el momento, muchos acceden a la segunda opción.
- Reducir la factura y ofrecer un descuento en próximo pago. Esto se puede hacer con los clientes a los que no les funciona sólo reducir la factura y que se sabe que pueden pagar. Un nuevo aliciente más puede «motivar» a «clientes morosos».
- Valorar la posibilidad de que el cliente haga algo por la empresa para compensar el impago. Si la persona que no paga tiene alguna habilidad especial o puede aportar algo a la empresa es bueno tenerlo en cuenta. Por ejemplo, si es pintor puede pintar la fachada, si se necesita personal para atender la tienda puede hacerlo el deudor hasta que cancele la deuda con trabajo, si es un fontanero en paro se pueden negociar varias labores de mantenimiento, etc. La empresa puede recuperar su dinero evitando gastar otro.
- Avisar de que la factura irá a una empresa de cobro de morosos. Y hacerlo. Cuando no queda más remedio, lo mejor es recurrir a una empresa de morosos. Con los que no pueden pagar es mejor retrasar este hecho; con los que no quieren acelerarlo.
- Quitar la posibilidad de que los clientes accedan al producto o servicio sin pagar, y si esto no es posible hacerlo al menos con el cliente en particular. Fiar lo menos posible.
Pero en cualquier caso, siempre hay que guardar la factura de la transacción y hacer un correcto seguimiento de los pagos de los clientes, evitando así que la contabilidad de la empresa sufra y se quede sin liquidez.