
A veces, no se trata de no querer motivar, sino de no saber hacerlo. Y aún siendo conscientes de la importancia que tiene una buena motivación a los trabajadores se cometen errores inconscientes que echan por tierra todos esos esfuerzos.
- Pensar que intentar motivar al personal es estar todo el día pendiente de la motivación, sin saber que a veces se basa sólo en pequeñas cosas y no en obsesionarse. Además, nadie puede estar constantemente motivado ni bien.
- Pensar que una persona motivada es una persona satisfecha o feliz. Son cosas independientes, nunca sinónimos, y si bien la motivación ayuda para rendir mejor no quiere decir que haga a las personas felices.
- Motivar no es sinónimo de motivar más. La motivación es algo que existe, que se debe trabajar, pero no algo que vaya por grados y cuanto más graduación mejor.
- La motivación es siempre la misma, no varía. Son siempre las mismas estrategias, así que vale con leerse un manual para conocer todos los trucos. Esto no es cierto porque las estrategias motivacionales siempre evolucionan, como las personas.
- La motivación es igual para todos, las mismas estrategias sirven para todas las personas. Las personas somos distintas, tenemos diferentes gustos, criterios y motivaciones, y por ello hay que diseñar estrategias de motivación personales.
- No crear metas u objetivos para diferentes plazos. Además de las metas importantes, hay que diseñar pequeñas metas a corto y medio plazo que crean satisfacción al ser cumplidas y que motivan más para ir a por ese objetivo final.
- Presionar o amenazar no es motivar. Puede parecer una afirmación demasiado obvia, pero aún a día de hoy hay quien cree que si se insulta a los trabajadores o se les dice que con ello se están ganando el sueldo van a rendir mucho más. En realidad, estos son los que desconocen la palabra motivación, o piensan que es una tontería que no sirve para nada.
- Motivar tampoco es ofrecer un premio o recompensa a cambio de algo, principalmente porque después se pretenderá que cada acción lleve su recompensa. Eso no es motivar ni da motivación, sólo empuja a hacer cosas a cambio de algo.
- Ignorar factores externos. A veces no conseguir lo que se pretende no se debe a haber hecho las cosas mal o no saber motivar, sino que es causa de otras cosas o circunstancias de la persona.
- Desesperarse antes de tiempo. Querer ir demasiado de prisa o abarcar más de lo que se puede en poco tiempo.
Errores en la propia motivación
- Pensar siempre en lo negativo, no enfocarse en lo positivo ni en la solución.
- Hacer lo que se debe hacer sin pensar en lo que se quiere hacer.
- Dejarse llevar por la rutina, hacer siempre lo mismo sin pensar.
- Pensar que la motivación viene siempre del exterior, y desconocer la automotivación.