
- Analízala. Analizar a la competencia es el primer paso necesario para superarla. Tienes que conocer qué es lo que hace y reconocer qué haces tú, ver cuáles son las diferencias y qué podrías hacer para mejorar lo que ya estás haciendo.
- Descubre por qué prefieren a la competencia. Puedes hacer las cosas muy bien, o puedes hacerlas medianamente bien, pero lo cierto es que la competencia está haciendo algo para ser elegidos. Tienes que descubrir por qué prefieren a la competencia para así actuar en consecuencia: ¿es por antigüedad, por precio, por calidad, por confianza, por atención al cliente, por otra razón? Descubre qué es lo que hace que sean elegidos por muchos.
- Mejora la calidad de tus productos. Una de las mejores formas de superar a la competencia es ofreciendo la máxima calidad posible, por eso dentro de lo que ofrece la empresa has de luchar por mejorar la calidad. Si tu negocio es low cost, puedes ofrecer productos de buena calidad a bajo precio sin tener que recurrir a lo lujoso, y si tu negocio ofrece lujo lo que debes hacer es conseguir lo más lujoso y de mejor calidad, y en términos intermedios has de conseguir lo mejor posible dentro de los precios que manejas. Para eso, puede ser necesario negociar con los proveedores e incluso buscar nuevos proveedores.
- Mejora el servicio al cliente. Los clientes valoran mucho la atención al cliente, e incluso para algunos es clave. Si ofreces un buen servicio que guste a los clientes habrás ganado un gran terreno con respecto a la competencia. No te costará nada y sin embargo puedes ganar mucho. Se puede mejorar este aspecto con algún curso de atención al cliente para empleados, pero sobre todo manteniendo un buen clima laboral.
- Mejora los precios, haz tu empresa más competitiva. Incluso las empresas de mayor lujo o más costosas se preocupan ahora por mejorar sus precios. Para ello, busca cómo reducir costes o negocia con tus proveedores, pero intenta ofrecer mejores precios sin reducir tu margen de beneficio.
- Diferénciate. Si todas las empresas son iguales, el cliente no sabe qué elegir o no tiene ninguna preferencia. Pero más allá de eso, una empresa tiene que tener su propia personalidad para saber distinguirse y destacar.
- Aprovecha tu ventaja competitiva. Todo negocio tiene una ventaja competitiva, aunque no siempre es aprovechado lo suficiente. Aprovecha todas tus herramientas y puntos fuertes para quedar por encima de la competencia, o al menos no quedar por debajo.
- Innova. No te quedes atrás porque los demás tampoco lo harán. Puede que las cosas vayan bien trabajando como lo han hecho siempre, pero pueden ir a mejor. Intenta innovar, hacer cosas nuevas, experimentar. Puede ayudarte conocer tendencias y novedades de otros países que aún no han sido implementadas en el propio.
- Mantén tu esencia. A los clientes no les gusta ver que la empresa a la que han ido varias veces está constantemente cambiando hasta el punto de perder su esencia. Por mucho que nos adaptemos al cambio, la esencia, aquello que los clientes perciben y valoran, no debe cambiarse. Una empresa puede cambiar sus objetivos, pero no su misión, visión y valores.
- Aprende a fidelizar a los clientes. Saber cómo conseguir clientes fieles ayuda a no perder clientes en manos de la competencia, y además permite cazar de vez en cuando algún cliente de la competencia y mantenerlo. Con premios a la fidelidad, regalos en fechas especiales, promociones, ofertas, tarjetas de fidelidad o lo que sea se puede conseguir mucho.