
- Un buen empleador ha de ser honesto. Debe hablar de cómo funciona la empresa incluso en el propio proceso de selección, donde muchas empresas hacen ver que sus condiciones son mejores u ocultan cierta información que no les interesa dar a conocer a sus candidatos. Sólo con honestidad se puede conseguir empleados adecuados al puesto e interesados en la empresa. Lo mismo que ofrece honestidad ha de dar confianza.
- Ofrece no sólo un sueldo suficiente para sobrevivir a duras penas, sino también un sueldo suficiente para sobrevivir o un buen sueldo. Además, suele ofrecer otras prestaciones a mayores como beneficios sociales.
- Debe ofrecer una buena motivación a sus empleados, y por ello ofrecerá cosas como un buen clima laboral o conciliación de la vida personal y familiar. Crea un buen lugar para trabajar.
- Es una persona capaz de mantener una buena comunicación externa e interna, alguien que se preocupa por los resultados de la empresa y por ello no tiene problemas en informar a sus empleados de todo lo necesario para ejercer sus funciones en la empresa.
- Se preocupa por su imagen corporativa, y por ello dedica sus esfuerzos a ello. Lo hace en Internet, las redes sociales, promociones y todos los medios necesarios.
- Tiene consideración por sus empleados y sabe aprovechar su máximo potencial. Por eso, incluso aunque tenga que despedir a personas se preocupa de su recolocación en el mercado laboral. Puede hacerlo con programas de outplacement o con simples cartas de recomendación. Ayuda a que los que se quedan den lo máximo de sí, e incluso destina esfuerzos a que consigan promocionarse dentro de la empresa.
- Dedica esfuerzos a la responsabilidad social corporativa, con estrategias, prácticas y sistemas de gestión para ofrecer un correcto equilibrio entre las dimensiones social, económica y ambiental.
- Se rodea de talentos. No le vale cualquiera. El puesto debe estar en manos de “los mejores”, y sus socios han de ser los más preparados que le complementen. Por eso, se encarga de mantener un buen proceso de selección y reclutamiento.
- Debe saber escuchar. La escucha pasiva ha de ser una de sus principales herramientas.
- Cuenta con un buen liderazgo. No todo jefe es líder, ni todo líder es jefe, pero en este caso un buen empleador ha de ser las dos cosas.