
Cometamos algunos errores importantes en las inversiones
- La impaciencia es uno de los principales errores de las personas que realizan inversiones, sobre todo porque esto no permite hacer inversiones inteligentes. A veces ni si quiera se espera a mejores momentos para la inversión, no se piensa, simplemente se quiere invertir sin pensar en que esperar es mejor.
- No prepararse. No sólo hay que conocer los aspectos que rodean a las inversiones, sino que también hay que saber el dinero que se arriesga. No se debe utilizar todos los ahorros en las inversiones ni tocar el fondo de emergencia. Además, al principio hay que arriesgar menos para conocer el terreno en que se mueve.
- No informarse, no conocer. Invertir sin tener ni el más mínimo conocimiento de lo que se hace es muy peligroso, aunque se piense que otras personan lo han hecho y les ha ido bien. Antes de adentrarse en las inversiones hay que informarse al máximo de todo.
- No tener un plan. También en las inversiones hay que crear planes y fijarse objetivos que pueden ser a corto, medio y largo plazo. Hay que pensar cómo se harán las inversiones, cuándo, para qué, qué se espera con ellas y qué pasa si salen mal. No tener un método también es un error común, se acaba invirtiendo a ciegas.
- No pensar lo suficiente, no pensar en los riesgos, en si se puede dejar de invertir cuando se quiera y sus consecuencias y demás aspectos relevantes.
- Sólo pensar en la posible compensación es un error muy grave. Muchos piensan sólo en lo que pueden ganar si la cosa sale bien, sin ni si quiera pensar en las consecuencias, ni los riesgos ni nada más.
- Confundir valor y precio, son dos términos diferentes que se deben conocer.
- Arriesgarlo todo a la misma inversión, no diversificar el portafolio.
- No reconocer cuando se está ante la posibilidad de una gran caída, de una burbuja a punto de estallar. Algunos incluso reconocen que puede existir esa caída pero intentan aprovechar antes de que suceda, aunque a veces eso sale mal. Hay que pensar que si algo es demasiado bueno para ser cierto probablemente no sea cierto, dejarse llevar más por la cabeza que por otros factores.
- Dejarse estar, invertir a largo plazo no es lo mismo que invertir y despreocuparse durante un largo tiempo.
- Fiarse de rumores y recomendaciones de analistas, a veces puede salir bien pero lo mejor es actuar con cabeza y no fiarse de rumores. Seguir las modas tampoco es bueno, hay que saber invertir sin fiarse de las modas.
- Perder una buena oportunidad puede frustrar a muchas personas, saber que la oportunidad ha estado ahí y no se ha sabido aprovechar. No hay que desistir ni sentirse mal, también de ello se aprende y todavía hay muchas oportunidades.
- Las inversiones son formas de sacar provecho del dinero que se tiene ahorrado, no son enemigos a los que hay que afrontar. No se debe tomar las inversiones como algo personal. Hay que utilizar la cabeza más que los sentimientos.
- Mantener los valores en pérdidas pensando que si ha bajado ya subirá posteriormente. No querer vender cuando las opciones han bajado porque sería asumir perder dinero, pese a que con ello se pierda más. Y querer vender cuando se ha ganado ya una buena cantidad, por miedo a que las acciones bajen se pierden muchas posibilidades.
- Empezar invirtiendo en un mercado alcista.
- Lo mismo de peligroso es hacer caso a otras personas en vez de al propio sentido común. Está bien escuchar experiencias anteriores, pero existen muchos fracasos por hacer caso a personas de confianza y fiarse de ello para las inversiones.
- Invertir cuando se tienen deudas. Si se tiene dinero hay que utilizarlo para pagar las deudas, no para intentar sacar más dinero con el que saldar las deudas porque se puede acabar generando más deudas. Tampoco hay que invertir todo el dinero que se tiene, y mucho menos todo en una misma inversión.
- Si las inversiones hacen sentir mal o con miedo a quien la realiza ¿realmente merecen la pena? Es mejor tener el dinero a buen recaudo aunque no se saque mucho provecho de él que sentirse mal intentando sacar el máximo provecho de él. Estar todo el día pendiente de lo que se ha invertido no es bueno ni es sano.
- Tampoco hay que dejarse llevar por la euforia, pensar que se pueden conseguir grandes cantidades de dinero en poco tiempo.