
- Las debilidades son aquellas cosas que le faltan al proyecto, el punto débil, aquello que puede ser mejorado. Para conocer las debilidades nos podemos hacer varias preguntas como ¿qué le falta al proyecto? ¿qué está mal? ¿qué puede ser mejorado?
- Las amenazas consisten en situaciones externas al proyecto que le pueden afectar. Si las debilidades forman parte del mismo proyecto, las amenazas son externas y por tanto más complicadas de evitar. Para que nos hagamos una idea, una amenaza muy importante puede ser la competencia existente. Debemos preguntarlos: ¿a qué rivales nos enfrentamos? ¿Qué puede dificultar el proyecto? ¿cómo superar estas dificultades?¿son insalvables?
- Las fortalezas consisten en las ventajas, es decir, los puntos fuertes del proyecto. Debemos preguntarnos ¿con qué ventajas cuenta nuestra idea empresarial?¿qué puede hacer mejor que los otros? ¿qué facilita que se lleve a cabo?
- Las oportunidades son circunstancias que pueden utilizarse para llevar a cabo exitosamente el proyecto, son circunstancias externas y no inherentes al proyecto. ¿A qué oportunidades se enfrenta el proyecto? ¿falta algo en el mercado que el proyecto pueda ofrecer? ¿qué cambios hay en la sociedad que puedan favorecerlo? ¿existen tendencias en el mercado que nos favorecen?
Antes de realizar cualquier proyecto empresarial es necesario hacer un buen análisis DAFO que tenga en cuenta las preguntas más relevantes en cuanto a debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades dando lugar a un informe DAFO completo en el que se tenga en cuenta cada uno de los puntos a destacar, cada una de las soluciones a los aspectos que lo puedan necesitar así como unos resultados que nos permitan conocer si el proyecto se puede llevar a cabo o no es viable. Debemos preguntarnos entonces: ¿cómo explotar las fortalezas del proyecto?, ¿cómo aprovechar cada una de las oportunidades?, ¿cómo se pueden detener o evitar las debilidades?, ¿cuál es la defensa del proyecto ante cada amenaza? Una vez esto claro, es muy sencillo llegar a una respuesta que nos permita tomar una decisión. No es recomendable empezar un proyecto empresarial sin un buen estudio de mercado, ni tampoco lo es sin realizar un análisis DAFO, ya que lo que está en juego son cosas muy importantes como para dejarse llevar sólo por una intuición sin analizar todos los aspectos que se presentan.