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Antes de fusionar, mejor conocer los desafíos

En diversas ocasiones, ante la posibilidad de planificar un crecimiento para nuestra empresa, suele surgir como una excelente opción la fusión con otras PyMEs del mismo sector, a fin de poder poner en práctica una nueva política y estrategia financiera en pos de la mejora y expansión de productos y servicios. Claro que cuando se produce la fusión de dos o más empresas, las que se encuentran implicadas en esta operación no sólo pasan a tener en común sus recursos y experiencias y a utilizar estos elementos para alcanzar los objetivos planificados, sino que además se comienzan a compartir los riesgos. Es por ello que siempre que se realiza una fusión de compañías se debe llevar a cabo un acuerdo entre las partes, dentro del cual se integren aspectos que son claves para la salud de las empresas implicadas. Por lo general se establecen lineamientos sobre el manejo de la organización, la facturación y los sistemas de compras, la tecnología, las comunicaciones, los procesos, políticas y procedimientos, la nómina de sueldos, la formación y las políticas relativas al personal, entre otros. Por supuesto que antes de tomar la decisión de fusionar, es importante que realicemos una cuidadosa evaluación y una detenida investigación en torno a una serie de aspectos relacionados tanto a nuestro negocio como a la empresa que deseamos sumar. Dentro de este análisis, nada debe quedar librado al azar, y no sólo debemos saber con certeza si nuestro negocio está listo para la fusión, sino que además debemos evaluar la empresa de destino y el valor que dará la unión de ambas compañías. ¿Cómo saber si nuestro negocio está listo? Debido a que en ciertas ocasiones el crecimiento desmesurado de las empresas puede llegar a provocar serios problemas financieros, es fundamental que antes de decidir llevar a cabo una operación de fusión, analicemos si realmente nuestro negocio está listo para la expansión. Lo primero que debemos hacer es realizar un análisis FODA o DAFO (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) para poder evaluar nuestro negocio. Los resultados que obtengamos de este análisis nos permitirán conocer los puntos fuertes de nuestra empresa para aprovecharlos, resolver las debilidades, beneficiarnos con las oportunidades y evitar las amenazas. Otro aspecto a tener en cuenta son diversos factores externos que siempre debemos evaluar, sobre todo en lo que respecta a la economía nacional en la que se desenvuelve nuestra empresa, la coyuntura económica global, las demandas en el mercado, las ofertas y demás, teniendo en cuenta el impacto que estos elementos pueden tener sobre la nueva organización fusionada. Por supuesto que también es fundamental saber con certeza que disponemos de los fondos necesarios para afrontar la operación de fusión y enfrentar inconvenientes que puedan llegar a surgir en el futuro. Aquí es donde una gestión financiera adecuada cobra un valor inimaginable. Tengamos en cuenta que en este caso no sólo deberemos pagar por la empresa adquirida, sino que además se sumarán otros gastos adicionales, tales como honorarios de asesores profesionales y costos de los recursos internos para el proceso de fusión. ¿Cómo saber si el negocio de destino es el adecuado? En cualquier fusión existe un aspecto que es clave, que reside en saber si realmente la empresa que vamos a adquirir es lo que pensamos. De ello dependerá el éxito o fracaso de esta nueva etapa, por lo que es sumamente importante realizar una investigación y análisis previos a la fusión. En este sentido, antes de tomar cualquier decisión debemos solicitar al propietario del negocio que deseamos fusionar con nuestra empresa información precisa, relacionada a:

  • Estado financiero. En el caso que debamos confiar en las auditorias financieras, es fundamental obtener una garantía firmada por el propietario del negocio de destino.
  • Información detallada sobre la base de datos de clientes.
  • Balances en los que se muestren las tendencias en las ventas y los márgenes de beneficios.
  • Información sobre las previsiones futuras. Aquí debemos evaluar si dichas previsiones son realistas, y al mismo tiempo que posean concordancia con nuestras perspectivas.
  • Datos sobre los niveles de existencias, las tendencias de cobro de deudas, las inversiones y las deudas de la empresa.
  • Información sobre su comercialización.
  • Información sobre los empleados.
  • Información detallada sobre la base de datos de proveedores.
  • Información sobre sistemas, instalaciones, tecnologías y cuestiones legales, entre otros.

Además de estos aspectos, también es importante poder contar con información emanada de aquellas personas que interactúan regularmente con la empresa que vayamos a adquirir, es decir ponernos en contacto con los clientes y los proveedores para obtener opiniones y comentarios al respecto. Por supuesto que dentro de esta evaluación una herramienta realmente valiosa es contar con el asesoramiento de profesionales, los cuales sin dudas nos ayudarán no sólo a tomar una decisión correcta, sino también a pagar un precio razonable por la fusión y al mismo tiempo evitar los errores durante y después del acuerdo.