
Como continuación de mi post anterior, estas son las “otras” alternativas al configurar el sistema informático de mi empresa o Administración. Las he ordenado de “menos a más” en cuanto a tamaño, número de usuarios y opciones. 1.- Monopuesto – Monousuario. Obviamente es la primera opción, aunque no se corresponde a ninguna empresa que “necesite” un software de gestión documental. Siendo un único usuario el sistema de archivos del sistema operativo es suficiente para gestionar tus documentos. 2.- Cliente-Servidor. La versión más habitual en pequeñas empresas. Un “ordenador central”, un servidor, está conectado a los puestos de trabajo de los empleados, lo que se llaman “clientes”. En el servidor están almacenados todos los datos de la empresa (lo que simplifica su gestión) mientras que en los puestos “clientes” un software de gestión documental permite acceder a los documentos y realizar con ellos las tareas propias de la gestión diaria. 3.- Servidor-Clientes Web. Esta arquitectura estuvo muy de moda hace unos años. Es una evolución de la anterior con la diferencia de que en los puestos de trabajo no hay que instarla ningún software específico: se utiliza el navegador de internet “tal cual”. Simplifica sensiblemente la instalación y el mantenimiento aunque a cambio (siempre hay un “pero” aunque algunos lo olvidan) el interfaz de trabajo suele ser menos ágil que en el caso de instalar un software “cliente” específico. 4.- Cliente-Servidor + Clientes Web. Una combinación de los dos anteriores: tenemos un servidor central, algunos puestos de trabajo con el software “cliente” (también se llaman “clientes pesados”) y otros puestos de trabajo con acceso a través de navegador (se llaman “clientes ligeros”). Bien definido puede ser la mejor opción para muchas empresas con docenas o cientos de usuarios, más un grupo de usuarios “full time” que usarán el software “completo”. 5.- Cliente-Servidor + Clientes Web + Acceso remoto. Cuando la empresa necesita que alguno de sus empleados acceda a los datos desde el exterior (comerciales, directivos, abogados desplazados…) puede configurar un acceso a su sistema a través de Internet. Desde un ordenador o dispositivo móvil (teléfono o tableta) puede acceder utilizando el propio navegador de Internet, conectado a la base de datos central a través de una dirección IP de la empresa. Es similar a la arquitectura “cloud” pero con el servidor “en casa”. 6.- Oficinas interconectadas en modo Cliente-Servidor + Cliente Web. Este mismo punto de acceso se puede utilizar para conectar otras sedes de la empresa, aunque habrá que dimensionar adecuadamente la velocidad de “subida” de datos a Internet desde el servidor central para evitar retardos. 7.- Cloud Computing. Y finalmente el Cloud, que ya comenté, que no es más que una evolución de la anterior pero contratando el servidor a un proveedor externo. Estas son las opciones posibles. Es importante saber que existen y elegir la más adecuada para MI empresa, que no es necesariamente lo mejor para la de la puerta de al lado.