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Atención al cliente, clave para diferenciarnos

Límite 48 horas, probablemente así podríamos denominar a una de las principales reglas de atención al cliente. Regla que no es otra que la de darle siempre una respuesta al mismo en ese plazo máximo desde que contacta con nosotros, pero no solo de ese plazo vive la atención al cliente. Probablemente la atención al cliente es uno de los puntos clave de las empresas y de su éxito o de su fracaso, de su valor diferencial o de su similitud con la competencia, y es que el producto podrá ser el mismo pero el trato humano y personal, el contacto y la experiencia que vive el cliente en nuestra empresa, es único e insustituible. Y es de destacar el hablar de la atención clave como uno de los puntos clave de la empresa y no como un área de la empresa, pues quien firma este artículo considera un error imperdonable y de graves consecuencias el dejar encasillada la atención al cliente a un departamento a un área concreta de la misma y no considerar la atención al cliente de una forma integral, no entenderla de una forma transversal e intrínseca a toda la compañía y a todas las personas que conforman a está. Y es que es un error pensar que atención al cliente solo es dar recepción al cliente, y en consecuencia pensar que solo con el departamento de recepción o de secretaría ya tendremos cubierta perfectamente esa área. Atención al cliente es dar respuesta desde recepción y desde secretaría al cliente, sí, pero atención al cliente también es el trato que recibe ese cliente por una y cada una de las personas de nuestra empresa con las que este cliente mientras tiene relación con nosotros entra en contacto. Da lo mismo si nuestro cliente solo ve a los técnicos de la empresa, o al departamento comercial o al departamento de cobro o bien a la persona de la limpieza, para ese cliente o para esa clienta, ¡todos son la empresa! Por tanto, el trato que reciba ese cliente o clienta de uno y cada una de esas personas de nuestra empresa es lo que en su conjunto determinará una experiencia positiva o por al contrario negativa de ese cliente o clienta en su relación con nosotros.