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Auditorias financieras

Una auditoría financiera consiste en una revisión de los estados financieros de una persona o una institución para determinar su exactitud y legalidad. En los Estados Unidos, la palabra «auditoría» coloquialmente se refiere a una inspección fiscal realizada por el Servicio de Rentas Internas (IRS). Los contribuyentes a menudo hacen todo lo posible para evitar ser sometidos a este tipo de auditorías, pero una auditoría financiera en el mundo de los negocios es un proceso normal en el curso del año para las operaciones comerciales y económicas. Las empresas, iglesias, y los gobiernos son algunas de las instituciones que son sometidas a auditorías financieras anualmente. En una auditoría financiera típica, un contador público certificado, revisa y examina los registros de los procedimientos contables de la institución. Esto es importante, especialmente para las empresas que cotizan en bolsa, ya que establece la credibilidad de la posición financiera de la empresa. El objetivo de las auditorías financieras es corregir y eliminar lo que se conoce como errores materiales. Estos son los pedazos de información incorrecta o nula, que pueden cambiar considerablemente la percepción exterior de la condición financiera de la institución. Cuando hay menos de un cinco por ciento de riesgo de errores materiales que permanecen en los registros de contabilidad, la auditoría financiera ha cumplido su tarea, y los registros se liberan a todos los interesados en conocerlos. La mayoría de las grandes empresas que cotizan en las bolsas en el mundo, son controladas por una de las cuatro firmas de contabilidad, conocidas como los «Cuatro Grandes.» Estas empresas realizan auditorías financieras constantemente, además de otras tareas comunes de contabilidad, tales como la preparación de pagos de impuestos, entre otros. Existen numerosas empresas de contabilidad que prestan servicios de auditoría. Estas empresas ponen a disposición de otras empresas o personas, sus servicios y su equipo profesional, con el fin de que cada empresa o persona pueda tener un control correcto de sus finanzas  o de sus pagos de impuestos. En la realización de una auditoría financiera, uno de los posibles obstáculos que enfrenta la firma de auditoría es la necesidad de equilibrar los intereses en conflicto. En concreto, la empresa debe realizar una correcta y escrupulosa auditoría de los registros de su cliente, manteniendo una relación de negocios a gusto con el cliente. Si la firma de auditoría encuentra muchas discrepancias y hace que el proceso de auditoría sea estresante para el cliente, puede ser posible que el cliente quiera buscar a otra compañía de servicios de auditoría la próxima vez. Estas cuestiones deben tenerse en cuenta como parte del proceso de auditoría para ser tratadas de la mejor manera posible. Para que las auditorias financieras tengan un mayor grado de confiabilidad y credibilidad, deben ser realizadas por alguien totalmente ajeno a la entidad o a la persona que se le realiza la auditoria; esto asegura la imparcialidad de los resultados de la auditoria y la confiabilidad plena de los informes generados por la investigación. A menudo las auditorias financieras pueden llegar a ser pedidas por los entes gubernamentales para tener un control pleno del pago de impuestos por parte de compañías comerciales, empresas o incluso de personas naturales.