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Balance de comprobación, la forma de conocer si las cuentas de tu empresa van por el camino correcto

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El dinero… causa y, a la vez, solución de muchos de los problemas a los que se enfrentará tu negocio. Precisamente esa dualidad es el principal motivo por el que debes preocuparte de hacer una gestión contable potente. Y para ayudarte con este cometido, tienes el balance de comprobación. ¿No sabes en qué consiste? Pues es una herramienta con la que podrás conocer el estado financiero de tu negocio casi en el día a día. Como ves, se trata de algo importante, ¿quieres conocerlo en mayor profundidad? Nosotros te lo contamos. Prepara tus dedos, hoy va se sumas y restas. 😉

Índice

¿Qué Necesitas?

¿Qué es el balance de comprobación?

Si no es la primera vez que entras en uno de nuestros posts, sabrás que siempre nos gusta empezar viendo cómo describe el concepto del que hablaremos la Wikipedia. El «problema» es que en este caso, al ser tan poco conocido, no existe entrada en la enciclopedia online. ¡Pero no hay problema! Será por páginas webs… 😉 Así que en esta ocasión, usaremos la página definición.de, que hace una descripción muy correcta de este concepto:

Un balance de comprobación es un instrumento financiero que se utiliza para visualizar la lista del total de los débitos y de los créditos de las cuentas, junto al saldo de cada una de ellas (ya sea deudor o acreedor).

Como explicación no está mal, pero por si resulta demasiado técnica para alguien, la explicaremos de una forma más sencilla a continuación. Podríamos decir que el balance de comprobación (también conocido como de suma y saldos) es un documento con el que el empresario puede conocer el estado financiero de su empresa, además de todas las operaciones que se han realizado en un periodo determinado. Como ves, se trata de una herramienta que puede recordar mucho al balance general (del que te hablamos en este otro artículo) solo que, en este caso, difiere en los siguientes aspectos:

  • Su periodificación contable no es obligatoria (no hay que determinar el resultado en cada ejercicio fiscal).
  • No existe cierre de ejercicio.

Estas diferencias hace que, en la mayoría de los casos, se tome a esta herramienta como un paso previo a la realización del balance general, ya que aporta información muy relevante para este.

Diccionario del balance de comprobación

El tema de la economía en las empresas suele ser una de las mayores preocupaciones de sus dueños. En la mayoría de los casos, lo que ocurre es que se tiene miedo a lo desconocido, algo que es muy normal pero que, por suerte, tiene fácil solución: adquirir ese conocimiento. Y para que domines esta materia, te hemos preparado una lista con los términos más comunes del balance de comprobación y una explicación. Así, cuando te encuentres con ellos, sabrás qué significan y trabajarás de forma más rápida. ¡Qué nadie nace sabiendo! 😉

1. Asiento contable

Es muy probable que, si has visitado otras páginas web buscando información sobre el balance de comprobación, hayas leído el término «asiento» o «asiento contable». Y si no dominas la terminología relacionada con la económica empresarial, seguro que te has quedado con el gesto un poco torcido… ¿qué tiene que ver un asiento con la contabilidad? En principio nada (mas allá de la silla que utilice la persona encargada de hacerla). Según la Wikipedia, un asiento contable es:

El conjunto de anotaciones o apuntes contables que se hacen en el Libro diario de contabilidad, que se realizan con la finalidad de registrar un hecho económico que provoca una modificación cuantitativa o cualitativa en la composición del patrimonio de una empresa y por tanto un movimiento en las cuentas de una empresa.

Es decir, es todo aquello que hace que, lo que tu empresa posee, cambie sin importar si es a mejor o a peor. En resumen, cada anotación que haces en el balance de comprobación.

2. Libro diario

Este concepto acaba de salir en la definición del anterior, por lo que también es importante que sepas en qué consiste. Se trata de un tipo de libro de contabilidad en el que quedan registradas todas las operaciones que se realizan cada día en tu empresa. Gracias a él, sabes con precisión qué ha ocurrido y todo el dinero que ha entrado y salido de ella. Así, podrás ir tomando decisiones en función a tus objetivos. Una curiosidad de este libro, es que se debe rellenar por partida doble. Es decir, todo lo que se anote en la parte del debe, también se incluirá en la parte del haber. Por ejemplo, si compras material para tu negocio, se anotará en la entrada (por el valor que aporta) y en la salida (por el dinero que ha costado).

3. Libro mayor

Otro concepto muy recurrente cuando se habla acerca del balance de comprobación. En este documento se vuelcan todos los datos que se recogen cada día en el libro diario. Es decir que, al final, el libro mayor se forma a través de ir incorporando libros diarios. Podríamos decir que es como un archivador, al que vas añadiendo folios. Así, todo queda más centralizado y resulta más fácil.

4. Saldo acreedor

Cuando se realiza el balance de comprobación, lo ideal es que este se encuentre equilibrado (de ahí su nombre). Pero en el caso de que no sea así, una de las dos opciones es tener un saldo acreedor. ¿Cuándo estás en esta situación? Cuando la parte del «haber» de tu empresa es mayor que la del «debe». O dicho para que no quede ninguna duda, cuando tu negocio debe dinero.

5. Saldo deudor

La otra opción que puede darse si tus cuentas no están equilibradas. En este caso, se trata de todo lo contrario que la anterior. Aquí, tus cuentas arrojan que la parte del «debe» es más alta que la parte del «haber» o, lo que es lo mismo, es tu negocio al que deben dinero. Como ves, ninguno de estos dos estados es el ideal.

¿Qué te ha parecido el balance de comprobación?

Hasta aquí el post sobre el balance de comprobación.

  • ¿Qué opinión tienes sobre él?
  • ¿Lo implementarás en tu empresa?
  • ¿Ya lo usas?

Cuéntanos en los comentarios cualquier aspecto que quieras sobre él. ¡Os esperamos en ellos!