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Cada año mueren 600000 chinos por estrés laboral ¿podría suceder también aquí?

Hace muy poco, hemos conocido la noticia de que cada año mueren 600.000 chinos a causa de estrés laboral, como consecuencia de los desequilibrios en los hábitos de vida que lleva la realización de jornadas de trabajo intensas. Hace pocas semanas, Li Yuan fue la última víctima del estrés laboral tras pasar un mes haciendo horas extras todos los días hasta las 11 de la noche. Como en otros casos similares de chinos muertos, sufrió un ataque de corazón por exceso de trabajo. La muerte de este chico de 24 años abrió nuevamente el debate sobre la precariedad laboral en el país asiático, incitado además por la gran cantidad de fallecimientos en China debido a ataques cardíacos en el lugar de trabajo. Un estudio del University College de Londres del 2012 sugiere que las personas que sufren tensión laboral extrema tienen más propensión de tensión arterial alta que los demás empleados, y en China esto es más frecuente porque hay que producir más a unos más bajos, lo cual lleva la necesidad de trabajar más horas para conseguir llegar a los objetivos planteados. A esto le sumamos que no sólo mueren  muchos chinos como consecuencia, directa o indirecta, de las nuevas exigencias laborales, sino que estas altas exigencias se están trasladando a todo el mundo; y aunque, no en igual medida, podría ser posible imaginarse una nueva etapa en que este problema se traslade a Europa y Latinoamérica. Aunque actualmente nos imaginamos un ambiente de trabajo con mayores facilidades para el trabajador, un sueldo decente, beneficios sociales, mayor conciliación de la vida laboral y familiar y mucho más, lo cierto es que algunas de las medidas que se están tomando últimamente hacen pensar que la vida laboral se dirige hacia otro camino. Y en el caso de España, por decir alguno, el hecho que de haya 6 millones de parados y que a muchas empresas les cueste sobrevivir en una mala situación económica hace pensar que podría haber muchas personas en malas condiciones de trabajo, cifra que podría aumentar en los próximos meses, aunque no podríamos confirmarlo. Debemos buscar la mejor forma, aunque probablemente no parezca el momento, de encontrar una verdadera solución que permita mantener unas buenas condiciones laborales de los trabajadores en la empresa para poder sobrellevar la crisis de la mejor manera sin perjudicar ni a los trabajadores ni las empresas;  teniendo en cuenta que el mejor rendimiento no se produce sólo al realizar más horas, sino que se ve muy influenciado por cómo se sienten los empleados con su trabajo.