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Capital de Trabajo Financiero

El capital de trabajo, representa una de las secciones financieras de mayor importancia para la empresa comercial o industrial. Su importancia más relevante radica que por sí mismo, funge como el motor económico de la empresa, por medio del cual se pueden adquirir inventarios, pagar; proveedores, salarios del personal, impuestos, servicios públicos y cualquier otro compromiso del corto plazo. Se compone de los activos líquidos o circulantes del negocio, deducido de los pasivos a corto plazo, entre los que se encuentran los proveedores, sin los cuales la operación podría colapsar. En ocasiones, algunas organizaciones pese a contar con un buen capital de trabajo financiero, presentan problemas de liquidez o dicho de otra manera, son empresas que no cuentan con la posibilidad real de cubrir eficientemente sus deudas a corto plazo. Más gravoso aún, se da ésta situación cuando la empresa tiene problemas para cubrir salarios, prestaciones de los empleados o los pagos de impuestos. Esta situación no se genera cuando el capital de trabajo es manejo con un saludable ciclo de conversión del efectivo. El problema más común de esta situación, generalmente está asociado a la forma en que está compuesto el mismo. Si bien el capital de trabajo está integrado por los saldos en efectivo y bancos, los inventarios, las cuentas por cobrar, deducidos los pasivos circulantes, existen otros factores que influyen en su efectividad. Ciclo del capital de trabajo Para evitar encontrarse con problemas de liquidez, es conveniente analizar minuciosamente el ciclo de conversión del efectivo, que incluye entre otros aspectos; contar con una eficiente administración de los inventarios y una correcta determinación de la rotación de la cobranza y de las cuentas por pagar. Es necesario determinar con la mayor precisión posible el número de días en los que los inventarios quedan completamente terminados y listos para su distribución, sumando el tiempo promedio que se requiere para su venta y los días de plazo que se otorga a los clientes. A este ciclo deberá restarse el periodo de las cuentas por pagar, obteniendo de esta manera un resultado positivo o negativo que podría señalar con cierta precisión si la liquidez de la compañía está siendo afectada por este lapso de conversión. Un capital de trabajo positivo, debe ser administrado con mucha prudencia, evitando la tentación de convertirlo en inventarios, o en cartera, pues en ocasiones son ciclos económicos momentáneos que deben ser evaluados con mucha certeza. Uno de los instrumentos más usuales y efectivos para una eficiente administración del capital de trabajo lo representa el flujo o presupuesto de efectivo, que deseablemente debe elaborarse con una periodicidad semanal, mensual-trimestral, misma que deberá irse ajustando conforme transcurre cada periodo semanal, con la intención que el siguiente mes-trimestre, refleje con certeza los posibles cambios que ocurrieron en la realidad. Una empresa puede ser altamente productiva y rentable, pero si no es administrado con eficiencia el capital de trabajo, corre el riesgo de quedar paralizada o entorpecerse sus operaciones diarias por un capital de trabajo negativo. Flujo de Caja semanal