Saltar al contenido

Cenas de empresa: cómo pasar el mal trago de cenar con tu jefe y conseguir que sean más entretenidas

juegos-divertidos-para-cenas-de-empresa
Llegas al trabajo, enciendes tu ordenador y, como cada mañana, lo primero que haces es revisar tu correo electrónico. En ese momento, aún sin haber tenido tiempo de ponerte cómodo en tu asiento, un escalofrío recorre todo tu cuerpo. ¿Cómo puede ser? Si no hace tanto tiempo de la última… Miras el calendario y efectivamente, ya ha llegado la época de las cenas de empresa. Y en tu correo electrónico tienes la invitación. Esa invitación en la que pone «asistencia no obligatoria» pero sabes que eso en una cortesía, que lo que tu jefe te quiere decir es «no puedo obligarte a que vengas, pero tienes que ir». ¿Cómo te tienes que comportar durante las cenas de empresa? ¿Qué actitudes tienes que evitar? ¿Qué tipo de ropa tienes que ponerte? No te preocupes, para contestar estas preguntas y para que sobrevivas a ellas, hemos preparado esta guía. ¿Nos acompañas? Nosotros sí que no te vamos a obligar 😉

Índice

¿Qué Necesitas?

Las 9 claves para sobrevivir a las cenas de empresa

No queremos asustarte, pero las cenas de empresa pueden ser como andar sobre un campo de minas: un paso en falso y la cosa se pondrá peliaguda. Por suerte, también pueden representar grandes oportunidades si sabes cómo actuar:

Por eso, vamos a contarte lo que debes de hacer en las cenas de empresa si quieres superarlas con éxito.

1. Lo sentimos, pero tienes que ir

No te pueden obligar a ir a las cenas de empresa. Eres libre de no asistir si no quieres, pero nosotros te recomendamos que vayas. Especialmente si van los jefes. Los motivos son varios:

Y si puedes, no acudas a las cenas de empresa con tu pareja si no forma parte de la empresa. El motivo es que, al final, estarás más pendiente de él o ella que de relacionarte con tus compañeros.

2. ¿Cuándo hay que llegar?

A la hora citada. No pasará nada si llegas cinco minutos antes pero, bajo ningún concepto puedes llegar tarde. Si sabes que en el lugar donde se celebra es complicado aparcar, usa el transporte público.

3. ¿Y cuándo te puedes ir?

Vale. Has ido, has cenado y varios de tus compañeros ya están empezando a ponerse «graciosos», ¿te puedes ir ya? Sí, pero si no te vas a morir por esperar un poco más, aguanta. Lo ideal es que te quedes un rato después de la cena para que no parezca que has hecho el mínimo indispensable. En el momento que alguien proponga seguir con la «fiesta» en otro lado, di que lo sientes, pero que tienes que irte a tu casa. Si hace falta, tira de las excusas más típicas:

  • Mañana a las 8 de la mañana tienes a tus hijos despiertos.
  • Tienes planes para mañana.
  • La comida te ha sentado mal.
  • Estás muy cansado porque has dormido mal.
  • Etc.

¡Imaginación al poder!

4. ¿Qué ropa te pones?

Una pregunta un poco difícil de contestar, porque es en el término medio donde está la virtud. Lo ideal es ir con un conjunto que mezcle elegancia y discreción, ¡qué no vas de boda! Eso sí, mantente siempre fiel a tu estilo.

5. Cuidado con el alcohol

Es parte de nuestra cultura latina socializarnos a través del alcohol, pero es vital que te moderes con su consumo. Tu objetivo principal es no acabar siendo la persona que inicie una conga con una corbata en la frente. Y si no les dices a tus compañeros lo mucho que los quieres entre lágrimas y balbuceos, mucho mejor 😉

6. Más cuidado todavía con los chupitos

¿Quién no tiene un mal recuerdo asociado a beber chupitos? Aléjate todo lo que puedas de esos pequeños vasos que parecen obra del mismísimo Satán. De nada servirá que hayas aguantado toda la cena con un consumo de alcohol moderado para caer aquí. Pero si te ves arrastrado a una ronda, tómatela y sal pitando de allí. Y si escuchas a algún compañero decir «ahora lo que el camarero quiera», es momento de retirarse.

7. Habla con tu jefe lo justo y necesario

Un ambiente distendido puede hacerte creer que tu jefe es simpático…¡y hasta buena persona! Bromas a parte, a lo que nos referimos es que no debes de perder de vista que, al día siguiente, todo volverá a la normalidad. Así que habla con tu superior, pero no pierdas de vista que es la persona que puede decidir tu rumbo en la empresa. Tira de temas típicos (el tiempo, deportes,…) y evita los más espinosos.

8. Prohibido ligar

Es normal que, si pasas muchas horas con las mismas personas trabajando, surjan ciertos sentimientos. Pero las cenas de empresa no son el mejor lugar para ligar. Sobre todo si no tienes claro que la otra persona sienta lo mismo o sabes que va a ser un rollo de una noche, ¿te imaginas la situación al día siguiente en la oficina?

9. Mucho ojo con las fotos

Es inevitable que en algún momento, alguien saque un móvil y se abra la veda de hacer fotos. Tu objetivo cuando ocurra esto, que ocurrirá, es mantenerte discreto. Nada de caras y poses graciosas que los compañeros puedan comentar al día siguiente. Y si eres tú el que las hace, nunca las subas a tus redes sociales si las personas que aparecen no te han dado permiso, es una manera de ahorrarte problemas.

4 ideas originales para cenas de empresa divertidas

A pesar de todo lo que te hemos contado hasta ahora, la cena de empresa no tiene por qué ser un calvario para todo el mundo. Para conseguir que la gente disfrute, te proponemos 4 ideas de cenas de empresa originales:

  1. Cena temática: este tipo de cenas suelen tener muy buena acogida entre los trabajadores, ya que favorecen un ambiente distendido. Escoge una temática o deja a tus empleados que la elijan ellos. Luego, puedes hacer concursos o premios para los mejores vestidos, por ejemplo. La Guerra de las Galaxias, el lejano oeste o los años 20 son solo algunos ejemplos de temáticas.
  2. Juega a ¿quién hizo eso?: un juego estupendo con el que conseguirás que las personas que forman tu empresa se conozcan mejor. Consiste en preparar una lista con preguntas relacionadas cada una a una persona, y que luego haya que adivinar a quién corresponde. Un ejemplo sería quién se casó este año o quién tiene un muñeco de Homer Simpson en su mesa.
  3. Karaoke: esto rompe la regla de pasar desapercibido, pero es una manera estupenda de romper el hielo. Puede que al principio no funcione pero verás como, poco a poco, la gente se va animando. Pero recuerda, ¡no te pases haciendo el tonto!
  4. Elimina las mesas: si la gente está sentada en un sitio fijo, solo hablará con las personas con las que compartan mesa. Mucho mejor poner toda la comida en un solo sitio y que la gente se pueda mover por donde quiera.

Las cenas de empresa, ¿las odias o te encantan?

Esto es todo lo que queríamos contarte sobre las cenas de empresa, ¿qué opinión tienes sobre ellas? ¿Te gustan o vas porque no te queda más remedio? Cualquier cosa que quieras contarnos, déjanosla escrita en los comentarios. ¿Seguimos la fiesta allí?