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Cómo ahorrar en las comidas o cenas de empresa

A la hora de hacer negocios, o como forma de compensar a los empleados, se suelen realizar comidas o cenas de empresa. Generalmente se suele sacar buen provecho de estas comidas, bien por satisfacción de los empleados o negociaciones exitosas, pero no por ello se debe derrochar en las comidas. Es importante saber ahorrar en las comidas de empresa para evitar cuentas exorbitantes en una velada que, de todas formas, puede ser especial sin grandes lujos. ¿En qué no ahorrar? Ni en calidad de la comida ni en el tipo de comida. Está bien ahorrar, pero llevar a un restaurante de comida rápida a un socio de negocios o a los empleados no es muy buena idea. Tampoco queda bien hacer pagar a los empleados (aunque lo hagan muchas empresas) ni a los socios de negocios. ¿Cómo se puede ahorrar en las comidas de empresa? Una forma de ahorrar es organizar la comida o cena con anticipación, si es en grupo buscar descuentos en grupo, y elegir un menú bueno pero económico, evitando excederse en gastos. Incluso se puede plantear el presupuesto al restaurante para que confeccionen un menú en base a ello. La clave de ahorrar estará en seleccionar lo mejor entre los diferentes restaurantes a los que se podría ir. También se puede aprovechar si se cuenta, o se puede obtener, algún descuento en el restaurante. Muchos ofrecen promociones por internet, por organizar comidas de grupo, por hacerlo a través de Facebook o simplemente para ganar clientes. Antes de reservar un local de comidas después de haber consultar presupuestos es importante ver si existe alguna promoción en alguno de ellos. Otra posibilidad es encargar la comida a un servicio de catering y hacer la comida o cena de empresa en el propio negocio. Si no se cuenta con un presupuesto suficiente y los empleados lo saben, se puede organizar en la empresa pero cada uno llevando algo de casa (siempre pactando lo que será para evitar repetir o que falte de algo). Para comer de restaurante y no gastar mucho, se puede reservar una mesa con todos los comensales a medio día para así aprovechar la existencia de un menú del día, en que se suele comer bien a muy bajo precio. Si se va a invitar a un socio o pocas personas para una negociación, se puede invitar a la propia casa. Allí se puede realizar comidas económicas pero con mucho gusto, y es que en el hogar la clave de las buenas comidas no está en los grandes presupuestos sino en la imaginación. Donde más se puede gastar en este caso es en la bebida, pero también se puede elegir opciones con las que quedar bien sin gastar demasiado.