
- La oportunidad de negocio. La idea, misión, visión y otros aspectos.
- El valor añadido. Aquello que distingue al proyecto.
- El mercado. Y sus características, así como público objetivo.
- La inversión. La que se necesita, además de las previsiones de recuperación de la inversión.
El resumen ejecutivo debe contar con los datos básicos del negocio, su descripción, sus características diferenciadoras y ventajas competitivas, la misión y visión, las razones del proyecto, los objetivos y estrategias, el impacto ambiental, la rentabilidad el equipo de trabajo, proyecciones financieras y la inversión que se necesita. Además de esto, debe contar con unas conclusiones, y todo esto no debe llevar más de una página (o como mucho dos). No es necesario hacer títulos ni ninguna otra cosa, todo se debe desarrollar de forma que sea un mismo texto. Hay que describir muy bien el negocio despertando el interés del lector, que es el que puede decidir invertir o no. Además, el lector debe saber de qué va el negocio desde el principio, debe conocer por qué es viable y sostenible. Todo aquello que parezca de lógica comentar debe aparecer en él, se debe intentar poner en lugar de la otra persona para conocer qué es lo que le gustaría ver y qué no, y todo ello teniendo en cuenta una correcta redacción y ortografía, un espacio cuidado. Muchas empresas descuidan su redacción sin saber que es sumamente importante de cara a conseguir alguna ayuda económica o cualquier otro aspecto, por eso hay que seguir los consejos más básicos de la creación del resumen ejecutivo y llevarlo a cabo. Recomendable hacerlo tras haber preparado el plan de negocio.