
En cualquier momento de la vida de la empresa, muchas veces incluso antes de su creación, se va a necesitar un préstamo. Por eso, es importante tener en cuenta varios aspectos antes de elegir el crédito para la empresa que finalmente se contratará, y aunque en tiempos como los actuales es difícil acceder a un préstamo también hay muchas opciones donde elegir. Un préstamo no es un regalo, hay que devolverlo, pero en función de la selección se acaba gastando más o menos en intereses y comisiones. Lo primero que hay que hacer es buscar diversas opciones y compararlas, enterarse de lo que hay en el mercado, utilizar comparadores, tener en cuenta las necesidades existentes y las posibilidades que se plantean. Pero antes se debe conocer las necesidades de financiación de la empresa y para qué necesita el crédito, sabiendo que si no es totalmente necesario en la mayoría de los casos es mejor no hacer nada. Se debe conocer los beneficios de cada entidad para poder aprovecharse de éstos, pero más que eso hay que conocer las condiciones del crédito. No basta con saber el dinero al que se puede acceder ni por cuánto tiempo sino también la tasa de interés, el coste del préstamo, los gastos de amortización, etc. Para poder acceder a los mejores préstamos se pueden contratar productos con la misma empresa, si bonifica en el préstamo, y mostrar garantías de solvencia, para que las condiciones sean mejores. ¿Qué se debe valorar a la hora de seleccionar el mejor crédito empresarial?
- El plazo del préstamo, el tiempo que se tiene para pagar el dinero prestado y los intereses. Existen entidades que ofrecen un mayor y un menor tiempo en función de diversos factores.
- El tipo de préstamo que se necesitará en función del uso que se hará del dinero
- El precio del préstamo. Antes de contratar un préstamo hay que pensar en el coste que supone pagar el préstamo tanto en la cuota mensual como tasa de interés y comisiones, además de otros servicios adicionales que haya que pagar. El costo total del préstamo, las cuotas que se van a pagar.
- El tipo de la tasa de interés. Puede ser fijo, variable o mixto.
- El sistema de amortización.
- Los gastos de cancelación o amortización anticipada.
- La entidad financiera, teniendo en cuenta si es una entidad que no se conoce u otra en la que se tiene cierta confianza, y si se tiene cierto historial en esta entidad se pueden conseguir mayores beneficios. Antes ir a la entidad de siempre, después comparar todo lo demás.
Una vez que se tienen en cuenta todos los aspectos se deben comparar y elegir la mejor oferta, no sin leer cada papel que se va a firmar, consultando cada término que se desconoce y leyendo la letra pequeña para no contratar alguna cláusula o condiciones desconocidas.