
Podemos definir como organigrama a la estructura de una empresa a nivel jerárquico. Esto no se trata solo de dibujar en un papel el puesto y las obligaciones que desempeña cada trabajador en la empresa, sino que debe ser una toma de decisión muy importante pues de ello depende el buen funcionamiento de esta.
¿Qué Necesitas?
Qué debe contener un organigrama
Es importante que el organigrama sea una representación sencilla, al igual que deben serlo las relaciones entre los distintos niveles de la empresa. Por tanto, debe ser fácil de entender y contener los elementos fundamentales, evitando cualquier elemento que pueda entorpecer o que no haga clara la comunicación dentro de la organización.
Cómo elegir qué organigrama implantar en la empresa
Ya hemos visto los tipos de organigrama que existen según Mintzberg, aunque es cierto que estos modelos no son únicos y cada empresa puede crear el suyo propio. Muchas veces, incluso sin querer, se consigue crear un organigrama similar a los que plantea Mintzberg.
Aplicando los organigramas tipo de Mintzberg a las empresas
Las estructuras planteadas por Mintzberg hace siglos son fácilmente aplicables en la actualidad. Es esta la razón por la que se tienen muy en cuenta en los estudios de los organigramas de las organizaciones. En concreto, y teniendo en cuenta que se pueden modificar los aspectos necesarios para adaptarse a lo que realmente necesita la empresa, explicaremos en qué momentos elegir cada tipo de estructura.
La estructura simple
Cuando una empresa pequeña se pregunta cómo hacer un organigrama para su organización, sin duda este tipo es el más elegido, incluso sin conocer los estudios de Mintzberg.
Este diseño, al resultar muy simple también es muy flexible. En principio, en este tipo de empresas contamos con una persona responsable (que normalmente es el gerente o dueño de la empresa) que realiza una supervisión directa de sus empleados, o sea, de su núcleo de operaciones.
En empresas un poco más grandes, también es posible que aparezca algún mando intermedio, pero sus funciones son habitualmente de un simple intermediario entre los directivos y los empleados.
Realmente, la característica fundamental que nos dictamina que una empresa está utilizando una estructura simple es que la organización no dispone ni de staff de apoyo ni de tecnoestructura.
La estructura divisional
Sin duda, la estructura divisional es el contrapuesto de la estructura simple, si pensamos en el tipo de empresa que la puede aplicar.
Mientras que la estructura simple está pensada para organizaciones medianas o pequeñas, este tipo de estructura está indicada para multinacionales. Este tipo de empresas cuentan con una organización muy grande compuestas a su vez de empresas más pequeñas que adaptarán su estructura dependiendo de sus necesidades.
Esto no quiere decir que las empresas o delegaciones de la multinacional tengan todas la misma estructura, sino que si se ha realizado una división por actividades, por ejemplo, es habitual que cada una de ellas tenga unas características distintas. Incluso es posible que haya una evolución sin que en ningún momento modifique la estructura de la empresa base.
La adhocracia
Sin duda es el sistema de organización con mayor capacidad de adaptación al entorno. Es muy utilizada en empresas de sectores novedosos o que están en continuos cambios. Es habitual que estén organizados en proyectos o equipos, ya que la cooperación es necesaria.
Cuando hablamos de cómo hacer un organigrama de la empresa esta sería todo lo contrario a la burocracia.
La burocracia maquinal
Cuando hablamos de la organización de una empresa es habitual que pensemos en este tipo de organigrama. Se trata del tipo de organización en la que proliferan las normas y las decisiones son tomadas por el ápice estratégico, por tanto, cuenta con un poder de decisión centralizado.
La tecnoestructura, de la que ya hemos hablado cuando hemos tratado los tipos de organigramas, cobra especial importancia en estas organizaciones. Ya que tener la estructura más eficaz es fundamental para ellos.
Sin duda podríamos llamar a este tipo de organizaciones como empresas controladoras, en la que todo debe estar atado para evitar posibles imprevistos. Por tanto, es muy utilizada en empresas en los que el proceso no puede tener errores: empresas de fabricación en cadena, aerolíneas, empresas relacionadas con la seguridad, prisiones…
La burocracia profesional
Este sistema de organización es el más propio de las universidades, los centros hospitalarios o los colegios. En este tipo de organizaciones, cuyo fin suele ser ofrecer un servicio y no el beneficio económico, están compuestas por profesionales en todos sus estamentos.
Los propios trabajadores tienen la capacidad para dirigir su propio trabajo ya que son considerados especialistas. Por tanto, podemos ver a todos estos especialistas en cualquier punto de la jerarquía, tanto en el ápice estratégico como en el núcleo de operaciones.
Además, suelen ser organizaciones que cuentan con una tecnoestructura que no depende de ellos, es decir, deben acatar normas que están establecidos por grupos oficiales, como suelen ser los colegios profesionales, o incluso las leyes que afectan directamente a su actividad.
Como puedes ver cuando los responsables de una empresa eligen cómo hacer un organigrama les resulta muy difícil adaptarse al pie de la letra a las características de Mietzberg, por ello lo modifican para aplicarlo a sus necesidades.