
- En un primer momento, hay que saber las necesidades de formación, pero también saber seleccionar y priorizar estas necesidades formativas.
- Es necesario saber también qué parte de la plantilla o qué personas son las que van a necesitar estas acciones formativas.
- Las necesidades formativas deben convertirse en objetivos operativos de la empresa con posibilidades de ser fácilmente evaluados.
- Es necesario conocer los pasos y procedimientos para poder desarrollar el plan de formación una vez determinados estos aspectos, ajustando los aspectos y valorando el presupuesto con el que se cuenta para crear las actividades formativas.
- Hay que responderse a las preguntas: qué, a quién, cómo y cuándo.
- En ningún plan de formación deben faltar los sistemas de evaluación para conocer cuán eficaz fue esta formación.
- Ante las necesidades formativas de la empresa sólo quedan dos opciones viables: crear un plan de formación dentro de la empresa o contratar estos servicios a empresas externas que por una cantidad por trabajador se hacen cargo de todos los aspectos formativos.
- En el plan de formación se van a desarrollar las líneas estratégicas, los recursos necesarios y disponibles y el número de personas a las que se quiere llegar con las actividades formativas. Se debe conocer las necesidades prioritarias y cuáles son los cursos que van a ayudar a cubrir estas necesidades.
- Es importante saber también cuál es la política de formación, las necesidades y objetivos que se buscan, las áreas concretas en que se introduce el plan de formación, el presupuesto global, las ayudas a la formación (especialmente de la Fundación Tripartita) y la evaluación.
En el plan de formación, sobre todo en su planificación, también se pueden recoger aspectos como:
- Situación actual y futura. Comparación entre situaciones.
- Problemas de rendimiento y el rendimiento esperado.
- Planes a corto, medio y largo plazo, planes de perfeccionamiento en la empresa.
- El desarrollo del curso y su proceso, teniendo en cuenta contenidos, tareas, actividades, materiales, recursos didácticos y todo lo que sea necesario.
- Proceso de elaboración de contenidos y plan de actuación.
- Proceso de recogida de información en la empresa.
- Duración, recursos, organización y personas que se encarguen de la formación.
- Documentación y normalización.
- Comunicación del plan de formación.
- Ejecución de la acción.
- Supuestos de evaluación.
- Podemos decir que el plan de formación pasa por diferentes etapas que se pueden dividir, a grandes rasgos en:
- Determinación de necesidades de formación
- Determinación de objetivos a alcanzar
- Profesionales a los que va dirigida la formación
- Tipos de necesidades de formación
- Tipo de formación seleccionada
- Qué actividades, contenidos y materiales se van a utilizar
- En dónde se realizará la formación
- Temporalización de la formación, duración y horario
- Nivel previo de formación de los trabajadores y nivel que se espera alcanzar tras la formación
- Presupuesto y financiación
- Duración y vigencia del plan de formación
Una buena acción de formación debe contar con: modalidad (a distancia, presencial o semipresencial), un sustema de estudio, una buena organización, el número y perfil de estudiantes, la metodología a utilizar, los recursos y medios que se utilizarán, además de un presupuesto adecuado y un buen espacio en el que trabajar (espacio en la empresa o soporte informático para la actividad formativa). Como hemos dicho anteriormente, un buen plan de formación, una vez estudiado cómo se va a desarrollar, debe contar con un qué es, para qué, por qué, quién, cuándo, dónde y cuánto, responder a todas estas preguntas frecuentes del plan de formación. Si todo esto se cumple, pasado el plan de formación el trabajador tendrá más conocimientos, aptitudes y capacidades en el área de interés en que se haya desarrollado en la actividad formativa, y esto incidirá en mayor motivación y rentabilidad para la empresa.