
Uno de los valores principales con los que cuentan las empresas es el capital personal, las personas que forman parte de la empresa. Lo primero que hay que saber es conocer las características del puesto y hacer una buena descripción del puesto para tener después en cuenta a la hora de hacer la oferta o anuncio de empleo. Como este es un aspecto muy importante se deben hacer muchas preguntas y dedicar el tiempo necesario a este aspecto. Cuanto más se conozca el puesto mejor se sabrá cuál es la persona que se adaptará a él, hay que entender las necesidades de la empresa. Después se debe pensar en cómo será el proceso de selección para conseguir descubrir lo que se necesita de los candidatos. El proceso puede ser más largo o más corto, puede ser con personas que ya se encuentren en la empresa o con personal externo, puede seleccionarse con entrevistas individuales, de grupo o diferentes dinámicas. Existen muchos aspectos a tener en cuenta y hay que planificarlos todos teniendo en cuenta qué es lo mejor para dar con lo que se busca. Y por supuesto también hay que buscar candidatos, esto se puede hacer en periódicos, anuncios locales, en Internet, redes sociales y todos los medios posibles, ya que a cuanta más gente se llegue mayores son las posibilidades de dar con el candidato ideal. Pero para eso hay que redactar perfectamente la oferta mostrando lo que se quiere de los candidatos y lo que se les ofrece, recalcando lo más importante. A esto último hay que dedicarle tiempo ya que de ello depende que buenos candidatos se interesen o no por el puesto. También hay planificar salario y las condiciones que se ofrecen, porque esto es un aspecto que pueden valorar muchos candidatos. Y es sobre todo importante cuando se quieren atraer candidatos talentosos que se encuentran en otra empresa. El currículum es una buena idea para reducir la lista de candidatos existentes de cara a conseguir los que más se adapten, por eso los elementos que se puedan ver en el currículum y que sean relevantes pueden ser eliminatorios. De esta manera, se gasta menos tiempo entrevistando o seleccionando a candidatos que se sabe que no se adaptan al puesto. En el momento de la entrevista se debe intentar que el candidato esté tranquilo, se le debe hablar sobre las características del puesto y hacer preguntas referentes a lo que se está buscando. No es bueno entrar en temas personales, aunque es cierto que muchas empresas buscan conocer ciertos aspectos de los trabajadores por medio de preguntas comprometedoras e incluso molestas pero no es buena idea desde el momento en que hay trabajadores que pueden ser realmente válidos que podrían no tolerar este tipo de preguntas o entrevistas. Es bueno ir preparando un informe para cada candidato para después indicar aspectos relevantes en la entrevista, sus puntos fuertes y débiles, su adecuación a competencias requeridas e incluso las observaciones con respecto a la comunicación no verbal. Se debe preguntar pero también es bueno escuchar al candidato. Tras la entrevista y teniendo en cuenta el informe y otros aspectos es el momento de dedicar tiempo a hacer una correcta selección para dar con la persona idónea para el puesto. Es momento de tomar una decisión, pero antes de eso hay que comprobar las referencias de la persona a la que se va a llamar para ofrecer el puesto. Si es necesario formar a algunas personas para el puesto hasta dar con la/s que se necesita/n se debe hacer antes de elegir a la persona idónea para ver cómo funciona en el que sería su trabajo. Si es necesario hay que dejar un tiempo para aclarar las ideas y ver más en frío el proceso, a veces es importante para poder tomar una buena decisión sin dejarse llevar por aspectos menos relevantes. No es bueno hacer una selección con prisas pues se puede acabar con errores que después son caros para la empresa. Pero lo cierto es que no basta con seleccionar a un buen candidato, hay que preocuparse por mantener un buen clima laboral y ofrecer una buena acogida en el proceso de reclutamiento para conseguir que se adapte cuanto antes a su puesto y ofrezca el máximo rendimiento. Es muy importante crear una buena política de reclutamiento porque de eso depende que una persona talentosa se adapte a una empresa que le necesita.