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Competencia perfecta, todo lo que necesitas saber sobre algo (casi) imposible

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Cuando hablamos de competencia perfecta, no nos referimos a las empresas que te «roban» clientes gracias a su aspecto inmaculado e imagen corporativa perfecta. De hecho, no se parece en nada a eso. A lo que nos referimos es al mercado y a una de sus muchas situaciones. Bueno, para ser más exactos, de dos en concreto: la competencia perfecta e imperfecta. ¿En qué consisten estos dos conceptos? ¿Puede tu negocio estar (o haber estado) en alguna de esas situaciones? ¿Cuáles son sus principales características? ¿Por qué deberías conocerlas? Todas esas preguntas (y alguna más) las contestamos en el post de hoy aunque, a la última lo hacemos ahora: porque cuanto más sepas sobre finanzas, más fuertes serán las de tu negocio. Y ahora, las demás. 😉

Índice

¿Qué Necesitas?

¿Qué es la competencia perfecta?

Para empezar a hablar sobre este tema, lo primero que hacemos es ir a la Wikipedia en busca de una definición que nos sirva de punto de partida:

La competencia perfecta es la situación de un mercado donde las empresas carecen de poder para manipular el precio (precio-aceptantes), y se da una maximización del bienestar.

Tal y como ocurre casi siempre con las definiciones de la enciclopedia online por excelencia, sus explicaciones son correctas pero difíciles de entender. Para explicar en qué consiste en un lenguaje más llano, podríamos decir que la competencia perfecta se da cuando no son las empresas las que imponen los precios de los productos y servicios. Pero ojo, porque tampoco los consumidores pueden hacer subir o bajar los precios… Entonces, ¿quién los impone? La respuesta es la ley de la oferta y la demanda. Ten en cuenta que esta situación se da porque se juntan en el mismo tiempo muchos vendedores y una gran cantidad de compradores, por lo que se anulan entre sí y al final, se paga por un producto o servicio lo que el mercado diga. Por eso, esta situación tiene una característica que seguro que ya has adivinado: aquí no existen ni monopolios ni oligopolios.

Características de la competencia perfecta

Antes de empezar a contarte sus particularidades, debes saber que se trata de un tipo de mercado que es muy complicado que se dé en la vida real. Todo esto se basa casi todo en la teoría y su uso está más orientado al estudio que a conseguirlo en la realidad. De hecho, si se hace una representación gráfica como en la demanda agregada, sale una línea horizontal. Pero eso no quiere decir que no pueda darse, aunque seguro que después de leer las condiciones que deben darse para que exista, entiendes por qué te decimos que es casi imposible.

1. Igualdad de condiciones

Da igual que seas un recién llegado o una empresa que lleva décadas en el sector, en un mercado que se rige por la competencia perfecta, todos los vendedores están al mismo nivel y compiten en igualdad de condiciones. Esto se debe a que, por ejemplo, no existen barreras de entrada como:

  • Económicas: porque no necesitas invertir en marketing o en crear una estrategia para tus productos o servicios, entre otros factores.
  • Alcance: como te decíamos antes, no existen compañías que dominen el sector y la tuya será una más.
  • Diferenciación: ya que todos los productos son iguales (profundizamos en esto más adelante).

Y por supuesto, tampoco te encuentras con barreras de salida como:

Gracias a estas características, a las empresas les resulta mucho más sencillo llegar al equilibrio de mercado.

2. El producto es el mismo

En el mundo ideal que supone la competencia perfecta, todos los productos son igual entre sí y por tanto, al consumidor le da igual comprarlo en un lugar que en otro. ¿Por qué? Porque, viéndolo con un ejemplo absurdo, todas las manzanas saben igual y cuestan lo mismo en cualquier puesto de fruta que haya en mercado. Así, la decisión de comprarla en uno o en otro se basa en otros factores.

3. Los precios son libres

Te lo hemos contado antes en la definición. Ni los compradores ni los vendedores tienen capacidad para influir de manera alguna en el precio a pagar por comprar lo que sea. Es el propio mercado el que se regula en función de la oferta y la demanda. El margen de beneficio es el que es y no lo puedes cambiar.

4. La publicidad no existe

Esto, que quizás te haya chocado nada más leerlo, tiene sentido si piensas en todo lo que te hemos contado hasta ahora sobre la competencia perfecta. No en vano, recuerda que una de las barreras de entrada era que no hay diferencia entre los productos. Así que, ¿qué sentido tiene invertir en una estrategia de ventas o en un plan de marketing si además, como veremos en el siguiente punto, los consumidores son conscientes que tu producto es igual que el de tu competencia?

5. Nada que esconder

La única manera de asegurar que todos los productos son iguales (punto 2) y que no existen barreras (punto 1) es dar al consumidor toda la información del producto:

  • Precio.
  • Características.
  • Etc.

Resumiendo, en este mercado las empresas son transparentes. ¿Vas entendiendo por qué se trata de una situación poco probable?

6. Recursos muy accesibles

Es algo que viene de serie con la eliminación de barreras de entrada. En la competencia perfecta, los materiales para la producción están al alcance de cualquiera y el coste de adquirirlos es casi insignificante. En resumen, su cadena de suministros funciona a la perfección.

¿Qué es la competencia imperfecta?

Volvemos a ir a la Wikipedia para que nos arroje luz sobre este concepto:

La competencia imperfecta es la situación de fallo de mercado en la que, a diferencia de la situación de competencia perfecta, un solo agente o unos pocos de los que funcionan en el mercado manipulan la condición del producto y pueden afectar directamente la formación de los precios.

Tal y como queda claro después de leer esa definición, competencia perfecta e imperfecta son dos conceptos antagonistas ya que, en este caso, sí que existen agentes con la capacidad condicionar los precios a su antojo. En concreto, y por desgracia para los compradores, en este caso son las empresas las que tiene la sartén por el mango, todo ello por las características que modelan este tipo de mercado.

1. Características de la competencia imperfecta

Como ya has visto, la competencia imperfecta es todo lo contrario de lo que es la competencia perfecta y por tanto, sus características también lo son:

  • Control sobre los precios: viene en su propia definición, así que poco más que añadir.
  • Productos diferentes: la homogeneidad aquí no existe. Por lo tanto, sí que hay que dedicar recursos para que la gente conozca las características de tu producto o servicio que lo hace mejor que los de la competencia.
  • Información oculta: el vendedor siempre sabrá más que el comprador. Es lo que se conoce como información asimétrica.
  • Altas barreras: aquí, el acceso al mercado resulta mucho más complicado porque existen barreras de entrada que son muy difíciles de sortear.

Como ves, sus características son punto por punto lo contrario a la competencia perfecta.

2. Tipos de competencia imperfecta

A diferencia de la competencia perfecta, este tipo de mercado no es solo teoría, por lo que sí que puede llegar a darse en el mundo real en alguna de estas formas:

  • Monopolio: el que más o menos todo el mundo reconoce. Es cuando un solo actor es el que cubre toda la demanda y por tanto, elige a su voluntad precios, condiciones, etc…
  • Oligopolio: muy parecido al monopolio solo que, en este caso, en vez de ser uno solo, son unas pocas empresas las que dominan e influyen en el mercado.
  • Monopsonio: en este caso, sí que existe competencia pero solo hay un único comprador.
  • Oligopsonio: se trata de una variante del monopsonio con la diferencia de que aquí, existen varios compradores (aunque su número es escaso).

Como te decíamos, estás situaciones sí que se han llegado a dar a lo largo del tiempo y es competencia de los estados aplicar leyes para que no sucedan.

Competencia perfecta, un mundo ideal muy difícil de lograr

Si has llegado hasta aquí sin saltarte ninguna parte del post (que no lo has hecho, ¿verdad? 😉 ) seguro que ya entiendes a qué nos referimos cuando decimos que la competencia perfecta se trata casi de una utopía. Ojalá en el mundo en el que vivimos pudiese darse, aunque sea de vez en cuando, esta situación en la que tanto los compradores como los vendedores salen beneficiados (o por lo menos ninguno es perjudicado). Ahora queremos saber tu opinión:

  • ¿Te gustaría que tu competencia fuese perfecta?
  • ¿Crees que es una situación justa para ambas partes?
  • En caso de competencia perfecta, ¿qué  factores valorarías para elegir dónde comprar?

Puedes dejarnos tus respuestas en los comentarios justo debajo y por supuesto, cualquier otro aspecto relacionado con el tema también es bienvenido. Siendo sinceros, lo único que queremos es que no te vayas sin comentar. 😉