
Los boletines de novedades son una correcta estrategia para atraer clientes o recuperar los que ya estaban, para conseguir ventas o registros o mejorar la imagen de la empresa. Sea cual sea la razón por la que se utilizan es necesario estudiar cuál es para así enfocar mejor las estrategias que se quieren realizar en el boletín que llegará a los usuarios. Enfocando el texto Hay que pensar por qué se escribe y a quién se escribe para así enfocar mucho mejor la redacción del mensaje y elegir correctamente qué y cómo comunicarlo. Se debe aprovechar el mensaje lo máximo posible ocupando no mucho espacio e intentando responder a todas las preguntas que quiere conocer la persona que lo recibe. El título es clave porque es lo primero que ve el usuario, por eso hay que utilizar títulos tentadores que motiven a seguir leyendo. El texto se debe redactar en función de la reacción que se espera de la otra parte. No es lo mismo informar que vender, no son lo mismo las diferentes reacciones que se pueden causar y la redacción se debe adaptar a ello. Además, se debe redactar de manera que el usuario quiera seguir leyendo más hasta que finalmente se incorpore una llamada a la acción. También puede ser bueno innovar, provocar, comunicar cosas nuevas, atreverse con algo más. El formato es importante Tas haber redactado y antes de enviar se debe elegir tanto la fuente de la letra, los colores, el formato en general como si se escribirá en texto o en HTML. Aunque la segunda opción puede ser más atractiva también puede hacer que la otra persona no lea el mensaje si su correo o navegador no lo permite (para ello se puede incluir también un enlace en que visualizar el contenido). Se puede crear una plantilla para agilizar el proceso de todos los mensajes, la cual ha de tener relación con la imagen corporativa. Aunque también se puede hacer una cada vez. Los enlaces han de estar estratégicamente incorporados. Los tiempos Los tiempos han de estar planificados para que los clientes no olviden la existencia de la empresa pero que tampoco se cansen al recibir muchos mensajes. Puede ser cada semana, cada dos semanas o cada mes, pero siempre que se tenga algo que comunicar y no “escribir por escribir”. Las pruebas Es bueno hacer pruebas de envío antes del envío final para ver que todo está perfectamente. Además, también se pueden hacer pruebas con amigos, empleados, conocidos y familiares (o una muestra de personas) para que expresen su opinión.