
En momentos difíciles, incluso en momentos de pleno apogeo, recortar gastos es la mejor decisión para evitar los gastos que no son necesarios. ¿Cómo recortar gastos en la empresa?
- Renegociando el precio del alquiler, al menos temporalmente, puede ser una solución para salir del paso y que el dueño puede aceptar (o no)
- Identificar los gastos no estratégicos para ver en qué se puede recortar u optimizar
- Optimizar la promoción y comunicación externa, para lo cual hay que estudiar las estrategias para conseguir los mejores resultados al menor precio pero sin prescindir de lo que se necesita
- Recortar gastos en telefonía e Internet acogiéndose a ofertas promocionales de las compañías y haciendo un uso racional de los servicios
- Analizar y optimizar los costes energéticos haciendo pequeñas cosas que reducen costes, incluso por medio de la utilización de la domótica en la oficina
- Valorar los seguros con los que cuenta la empresa y mirar si existen ofertas más interesantes o renegociar su precio a cambio de seguir utilizando esos servicios
- Pensar en los descuentos por volumen: por grandes compras, por muchos envíos en mensajería y logística, etc
- Reducir los tiempos de ocio y manejar mejor los tiempos de trabajo para intentar sacar más provecho en base a la organización y planificación
- Aprovechar las horas muertas en el trabajo, ya sea para la formación de los empleados o realización de actividades que nunca se realizan por falta de tiempo
- En caso de viajes tener en cuenta las ofertas, evitar los viajes de último momento haciéndolo con anticipado para conseguir mejores precios, o intentar viajar cuando los precios son más económicos
- Mejorar la calidad de los procesos, para evitar que los errores que se pueden producir den lugar a mayores gastos. No siempre ir más rápido es ahorrar
- Reducir el inventario, a menos que se produzca por conseguir mayores ahorros en las compras, ya que así se necesita menos almacenamiento y gastos en transporte
- Recurrir a la subcontratación de ciertos servicios o procesos, siempre que esto suponga un ahorro de coste y un buen servicio. Para ello es necesario seleccionar una buena empresa a la que derivar servicios
- Revisar los contratos con proveedores para intentar conseguir unos mejores precios
- Adaptar las nóminas en caso de ser necesario, pero dando ejemplo desde arriba y no sólo perjudicando a los trabajadores, con la promesa de mejores sueldos en tiempos mejores o ante unos buenos resultados de la empresa
- Hacer que se justifiquen todos los gastos, porque a veces el dinero se va precisamente en aquello que no se justifica
- Motivar a los empleados a que propongan medidas de ahorro, en ocasiones tienen ideas que no se atreven a comentar porque piensan que “no es de su incumbencia”
- No se debe recortar en lo básico ni rebajar en calidad por intentar recortar costes, antes que eso es mejor no hacer nada
- Hacer un seguimiento de los gastos de la empresa. Anotar, comparar, ver en qué se puede mejorar, ver qué ha pasado tras ciertos recortes, etc
- Volver a analizar, ver qué se puede mejorar, volver a hacer un seguimiento, no relajarse