Por lo general, uno de los principales objetivos en los que suelen centrarse los empresarios reside en lograr un crecimiento permanente y cuantitativo de la compañía que dirigen, por lo que siempre apuntan sus estrategias a lograr un mayor nivel de ventas, mayores ganancias y mayor cobertura geográfica, lo que en definitiva significa generar mayores ingresos, tanto para los accionistas como para los empleados. Es que el crecimiento es el fin perseguido sobre todo por aquellas empresas y emprendimientos comerciales que recién inician sus actividades, y muchas veces con el paso del tiempo el poder de crecer se transforma en uno de los pilares de las compañías. No obstante, el crecimiento no siempre es beneficioso. Muchos se preguntarán qué puede haber de cierto en esta afirmación, cuando en realidad nos educaron para creer que el objetivo principal es crecer. Pero lo cierto es que ese crecimiento a nivel empresarial deber ser controlado cuidadosamente. ¿Por qué? Pues bien, precisamente porque cuando se produce un crecimiento no planificado pueden aparecer ciertos problemas, tales como la falta de financiación, la insuficiencia de conocimientos, y la posible brechas en cuanto a las instalaciones y el equipamiento. Por este motivo, es sumamente importante poder reconocer cuál es el punto máximo de crecimiento que debemos alcanzar con nuestro negocio, para en base a ello definir una estrategia que permita mantener el control.
Problemas habituales del crecimiento desmedido Como ya hemos mencionado, uno de los problemas que debe enfrentar nuestra empresa cuando permitimos que llegue a tener un crecimiento desmedido es la falta de financiación. Todos sabemos que a medida que un negocio crece, es inevitable que se necesite
conseguir financiación adicional para realizar mayor inversiones en equipamiento, instalaciones, materias primas, como así también más cantidad de dinero para pagar el sueldo de una mayor cantidad de empleados. En el caso de que además de crecer nos aboquemos al desarrollo de nuevos productos, entonces la financiación necesaria será aún mayor. Si bien en las primeras etapas de este crecimiento quizás podemos financiar las inversiones y gastos que conlleva la expansión a través de ahorros de la propia compañía, lo cierto es que con el tiempo seguramente requeriremos de créditos. Es entonces cuando se produce lo que se conoce como “Overtrading”, que es en definitiva uno de los grandes problemas que habitualmente enfrentan las empresas en crecimiento. En términos general, el “Overtrading” se produce cuando las empresas amplían sus operaciones de forma vertiginosa, lo que las hace ingresar en ciclo negativo, afectando de forma directa las ganancias y produce un menor capital de trabajo. Este ciclo hace que la compañía necesite cada vez más cantidad de préstamos para seguir funcionando, lo que a su vez conduce a un mayor interés de los gastos y así sucesivamente. Si bien no siempre la falta de capital de trabajo significa que se produzca una falta de rentabilidad, lo cierto es que los efectos de la primera pueden llegar a ser realmente catastróficos para el negocio. Por otra parte, si los problemas surgen de la
falta de flujo de caja, lo más aconsejable es detener de inmediato el crecimiento de la empresa, con el fin de poder lograr un equilibrio en los niveles de ingreso.

Otro de los inconvenientes que suelen tener que enfrentar las empresas que experimentan un crecimiento desmedido se encuentra relacionado con la aparición de insuficiencia de conocimientos. Cuando planeamos de manera cuidadosa la expansión del negocio y al mismo tiempo aumentamos nuestros conocimientos a través de la capacitación, es decir que ambos aspectos crecen juntos, entonces posiblemente se generen grandes beneficios para la empresa. Ahora bien, cuando esto no sucede, seguramente deberemos enfrentarnos a uno de los problemas más habituales que suelen enfrentar las empresas a raíz de un crecimiento demasiado rápido, ya que el conocimiento y experiencia de los dueños, directivos y empleados de la compañía se vuelva insuficiente y no está a la altura del crecimiento del negocio. Indudablemente, esto tiene una repercusión totalmente negativa para la empresa, por lo que siempre que planeemos un crecimiento deberemos plantear una estrategia de formación, con el fin de poder hacer frente a este inconveniente. De lo contrario, es recomendable detener la expansión del negocio. El tercer gran problema que debe enfrentar una empresa en crecimiento desmedido se encuentra relacionado a la necesidad de ampliación de las instalaciones y el equipamiento. Es inevitable que a medida que nuestra empresa se expanda, necesitaremos más y mejores instalaciones para producir, lo que no sólo incluye los espacios físicos, sino también el equipamiento requerido, desde nueva maquinaria de producción hasta muebles de oficina para los empleados. Claro que además necesitaremos mejorar y ampliar los sistemas de Tecnología de Información que estemos empleando. Si por ejemplo trabajamos con sistemas de TI insuficientes u obsoletos, podemos llegar a tener que enfrentar graves inconvenientes no sólo en la gestión financiera, sino también a nivel operativo. Si se vuelven ineficientes los sistemas de producción por falta de espacio o maquinaria, inevitablemente se producen cuellos de botella en la productividad y por ende problemas de calidad en los productos. Pero también pueden surgir inconvenientes relacionados a cuestiones de seguridad y salud de nuestros empleados, cuando por ejemplo contratamos personal adicional sin ampliar las instalaciones. Si bien es cierto que los indicios de la presencia de problemas relacionados a la deficiencia en las instalaciones de nuestra empresa no siempre se presentan de forma inmediata, lo cierto es que sus efectos pueden llegar a ser realmente graves para el negocio. Estos problemas pueden ir desde una mala calidad en los productos, pérdida de stock por no poseer el espacio necesario para su almacenamiento, incluso provocar malestar en los empleados, y por supuesto insatisfacción de los clientes. Por todo lo que hemos mencionado, es fundamental que siempre observemos cuidadosamente todos estos aspectos durante todas las etapas de crecimiento de nuestro negocio, más aún cuando la empresa experimente una expansión rápida. Teniendo esto en cuenta podremos actuar en consecuencia y evitar que se produzcan daños mayores.