

- Reducción de los costes de producción y laborales.
- Mayor eficiencia.
- Reducción en inversión de materiales.
- Reducción en los costos de recursos.
- Reducción en los costes de eliminación de residuos.
- Mejora en la funcionalidad y la calidad de los productos.
- Mejor reputación para la empresa.
- Aumento de la cuota de mercado.
- Mejor desempeño ambiental.
- Mejora en las relaciones con el cliente y los proveedores.
- Mejora en el ambiente de trabajo y en lo que respecta a la cultura empresarial para su personal.
Por otra parte, en muchos casos el ecodiseño puede también brindarnos beneficios económicos indirectos, tales como el hecho de proporcionarnos una herramienta de marketing realmente eficaz en estos tiempos, y lograr fomentar la innovación y el desarrollo de los productos. El ecodiseño en el final de la vida del producto Un aspecto fundamental que debe ser tratado al implementar el proceso para alcanzar un verdadero ecodiseño en la empresa, se encuentra relacionado con el final de la vida del producto, es decir cuando el cliente bota la basura los elementos del producto que no le sirven, como sucede por ejemplo con los envases de gaseosas. En este sentido, el ecodiseño puede ser de gran ayuda para que nos aseguremos que nuestros productos puedan ser reutilizados o eliminados de una manera ambientalmente amigable y a la vez rentable. Aquí debemos destacar que existen dos tipos de productos. Por un lado aquellos que pueden seguir siendo utilizados al llegar al final de su vida útil, como sucede por ejemplo con ciertos equipos electrónicos. Tengamos en cuenta que los mismos pueden repararse, revenderse como una antigüedad, ser reacondicionados, o incluso ser parte de una nueva manufactura, es decir reutilizar los componentes básicos para construir un producto nuevo. Un buen ejemplo de esto es la reutilización de un reproductor de MP3 obsoleto como una unidad de memoria flash para almacenar datos. Es por ello que debemos diseñar nuestros productos de manera tal que permita este tipo de alternativas, para lo cual es imprescindible el uso de componentes básicos que no se estropeen rápidamente y que no se vuelvan obsoletos en corto tiempo. En el otro extremo nos encontramos con aquellos componentes que son parte de la comercialización de los productos, pero que no pueden ser reutilizados, como es por ejemplo el caso del packaging. En este sentido, debemos diseñar estos elementos con materiales reciclables siempre que sea posible, aspecto que a su vez podremos utilizar como punto a favor durante la comercialización de nuestro producto, ya que esto nos dará una imagen realmente positiva ante los consumidores. Es importante señalar que durante el proceso de creación y puesta en marcha del ecodiseño, deberemos evaluar cuidadosamente los impactos negativos que el diseño del producto pudiera llegar a tener, y en base a ello poder hallar los materiales más adecuados y los procesos de producción que más se ajustan a la nueva política de la empresa.