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El Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres

Hace más de una década, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas en su actividad de promoción hacia las Empresas Socialmente Responsables, publicó los 7 principios para el empoderamiento de las mujeres. En dicho documento se establece como objetivo central empoderar a las mujeres para su integración y participación en todas las actividades económicas  a nivel mundial. Pese a que organismos de la magnitud de las Naciones Unidas,  han venido promoviendo las buenas prácticas empresariales y particularmente la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), se sigue enfrentando  una desalentadora realidad en este tema, ya que el dominio masculino sigue manteniéndose a la cabeza con leves signos de cambio. Los principios establecidos son los siguientes:

  1. Igualdad de género desde la dirección al más alto nivel. En este apartado se exhorta a que las prácticas empresariales socialmente responsables, fomenten una cultura empresarial de igualdad e integración.
  2. No discriminación y trato equitativo entre hombres y mujeres. Se sugiere garantizar una participación de por lo menos el 30% de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y ofrecer facilidades a las situaciones propias de la naturaleza femenina.
  3. Velar por la seguridad de todos y todas las trabajadoras. Referida principalmente a erradicar la violencia y acoso sexual de la mujer, fomentando la seguridad y resguardo de la integridad física en el traslado a sus centros de trabajo.
  4. Promover la educación y la formación profesional de las mujeres.  Sugiere facilitar  y favorecer el acceso de las mujeres en los programas de educación en todas las profesiones no tradicionales.
  5. Llevar a cabo prácticas de desarrollo empresarial y marketing a favor de las mujeres. Pretende hacer extensiva la relación empresarial de las organizaciones dirigidas por mujeres y erradicar obstáculos tradicionales para la obtención de préstamos y créditos.
  6. Promover la igualdad mediante iniciativas comunitarias y cabildeo. Está dirigida a reconocer y valorar la participación de la mujer en todas las comunidades, garantizando la representación de las mismas en todos los mecanismos de consulta y participación ciudadana.
  7. Evaluar y difundir los progresos realizados en favor de la igualdad de género. Este último aspecto es de gran importancia para toda empresa, porque está referido a la implementación de indicadores de género, mismo que permitiría evaluar los progresos alcanzados como parte de la rendición de cuentas que todas las empresas socialmente responsables, deberían hacer públicas.

Una de las directrices establecidas dentro de la filosofía de la RSC, está claramente enfocada al concepto de Rendición de Cuentas o “Accountability”, por lo que este último principio sobresale por representar en sí mismo dicho lineamiento. Desgraciadamente en la vida real, se observan aún múltiples arbitrariedades y atropellos contra la mujer, como el caso de no ser contratada o en el peor de los casos ser despedida por encontrarse encinta en el momento que fue contratada, lo que demuestra una alevosa injusticia, que aún organizaciones que se promueven como Empresas Socialmente Responsables, llevan a la práctica de manera impune. Es inobjetable, que la participación femenina de manera igualitaria, resulta indispensable para lograr el progreso y el desarrollo social. Desafortunadamente; el control y dominio del hombre en la sociedad es ancestral, aún ciertos preceptos de tipo religioso reafirman y empoderan al hombre como guía y líder social, por lo que la mujer deberá romper muchos de esos paradigmas que la mantienen en segundo término, empezando ella misma por educar a sus nuevas generaciones con una mentalidad diferente, igualitaria y sobre todo libre del machismo que la misma mujer comulga en muchos de los casos.