Saltar al contenido

El producto de nuestro startup

Al momento de considerar los modelos de negocio más extendidos en la actualidad, los startups están entre los más codiciados. Pero, teniendo en cuenta que los startups son compañías sin trayectoria y que, aunque muy promisorias, tienen un riesgo considerable, creemos necesario marcar los lineamientos para abordar adecuadamente el desarrollo del producto que constituirá la base de este planeamiento de negocio. Casi con seguridad, las primeras versiones del producto serán pruebas o hipótesis de lo que será el producto definitivo con el que trabajará nuestro startup. En esta instancia de hipótesis tendremos que investigar aquellos que pueden interesar al cliente. En esta etapa de “investigación” del producto adecuado debemos evitar caer en ese tan “distorsionado juego del teléfono roto”. Sí…aquel al que jugábamos en nuestra infancia en el que el mensaje inicial llegaba al último participante completamente transformado. Por esto, lo más recomendable a la hora de elegir el producto o servicio para nuestro startup es confiar en una fuente de origen, aquella que no ha sido transformada por las diversas experiencias de cada empresario o emprendedor. La segunda gran pregunta para la que tendremos que tener respuesta cuando tengamos que definir el producto, es si el modelo del que forma parte será escalable. Es decir, en el caso de que funcione; ¿se mantendrá estancado en unos niveles o crecerá?. En este sentido, muchas veces conviene retrasar el lanzamiento de un producto para mejorarlo en todos sus aspectos, y así ver su primer impacto en el mercado. Tengamos en cuenta que si un producto arranca con mal pié, es decir, no convence a los consumidores, nos será muy difícil revertir dicha tendencia. En muchas ocasiones, y a la inversa de la estrategia anterior, la medida de lo escalable de un producto es tanteada mediante el lanzamiento de un producto al mercado con las mínimas funcionalidades. El objetivo de esta estrategia es tomar el pulso a los clientes y saber si están dispuestos a pagar por nuestro producto o servicio de startup. Tanto si hablamos de un producto o de una estrategia máxima o mínima, tener la seguridad de que son escalables es fundamental e insustituible.