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Empresas en crisis: una ocasión para reinventarse

El título de este artículo puede dar lugar a engaño, pues puede parecer que quien firma este artículo este alegrándose de que existan empresas en crisis o de que haya todo tipo de personas y profesionales que lo estén pasando realmente mal cuando obviamente no es así y es precisamente todo lo contrario. Pero lo que si tiene claro quien firma es que la crisis además de no ser para todo el mundo, para quien la sufre le supone una opción inmejorable para reinventarse. Primero de todo decir que obviamente la situación  socioeconómica global en estos momentos es delicada, eso es innegable e indudable, pero pongámonos a pensar, ¿en todos los casos es así?, ¿sí?, ¿seguro? Yo más bien diría que no. Además, ¿seguro qué todas estas empresas que ahora sí que están en crisis no pueden sacar nada de positivo de la misma? Yo creo que sí, como mínimo hacer limpieza de lo malo, reenfocarse y presentarse con zapatitos nuevos a un mundo nuevo. Y verlo desde el punto de vista con el que se cerraba el párrafo anterior (el punto de vista de realidades transformadoras, de realidades que transforman empresas en crisis, en empresas post crisis, en empresas competitivas y productivas para un nuevo entorno) bien nos haría a todos, y nos ayudaría a superar esta situación. Una situación que si bien como se ha dicho es real, también tiene mucho de psicológica. Un factor psicológico que a la vez hace de círculo vicioso para no salir de la crisis o bien para salir lamiéndose las heridas en las crisis mientras no hacemos nada Empresas en crisis que cierran, negocios en crisis que se van al agua, sí, y todo lo que queramos, pero veamos la parte contraria: empresas ineficientes e inoperativas que gracias a la crisis pulen eficiencias y se vuelven competitivas, profesionales que gracias a la crisis han encontrado su oportunidad de oro para hacer el reciclaje. Y nuevas empresas de nuevos o reinventados sectores que levantan de nuevo las persianas que otros han bajado (y haríamos bien de preguntarnos el porque se han visto obligadas a bajarlas y de quien es la responsabilidad en muchos casos) son buenos ejemplos de ello.