
- En 2012 aproximadamente 3 de cada 10 españoles adquirieron algún producto o servicio a través de Internet
- Se prevé que en 2015 haya más de 1.200 millones de smartphones que tengan incorporado sistemas de pago
Internet ha dado un gran impulso al comercio, tanto en Españaa y Sudamérica como en otros lugares del mundo. Los usuarios se han rendido a la extensa oferta de productos y servicios online y a su precio competitivo. El showrooming, la tendencia que consiste en ir a una tienda física y buscar los productos que allí se encuentran en Internet a través de nuestro smartphone con el objetivo de comparar precios y encontrar mejores ofertas, es solo un ejemplo del poder del comercio electrónico. Durante los primeros seis meses de 2012, el ecommerce creció un 16,3% en España, logrando una facturación superior a los 5.000 millones de euros según un estudio de José Luís Nueno, profesor de ESADE. Así, el comercio electrónico fue el único canal de distribución que incrementó sus ventas en España. En 2012 aproximadamente 3 de cada 10 españoles adquirieron algún producto o servicio a través de Internet para uso privado. A pesar de ser una cifra relativamente buena, sigue siendo inferior a la media europea, que se sitúa en el 45%. No obstante, las ventajas de ahorro de tiempo y una mayor oferta de productos del comercio electrónico hace que cada vez se interponga con más fuerza al comercio tradicional. Los consumidores están adoptando nuevos hábitos de consumo, donde cada vez tiene más importancia poderlo elegir todo: qué comprar, dónde comprarlo y en qué momento hacerlo. Internet ofrece la flexibilidad que los consumidores exigen en su ritmo de vida diario, por eso el comercio online sigue y seguirá incrementando sus cifras a pesar de la crisis. Los negocios en Internet cada vez ofrecen más información a los consumidores. Al inicio, la falta de transparencia y seguridad eran dos de los principales motivos que frenaban las compras online. No obstante, en la actualidad los comercios online ofrecen información detallada de las empresas y de todos sus productos así como de la política de devolución de los mismos. Eso aporta confianza a los usuarios y los anima a comprar productos y servicios que ya de por sí son competitivos. En la mayoría de tiendas online de todo el mundo, los usuarios pueden conocer a fondo las condiciones de compra, los tiempos de devolución y la validez de las garantías de los productos y servicios con tan solo unos cuantos clics. Y es que el comercio electrónico cada vez está mejor regulado y ofrece las medidas de seguridad adecuadas para proteger a los clientes, una condición necesaria para potenciar las ventas digitales. Según Nueno, mientras el ecommerce no ha dejado de aumentar año tras año, el minorista ha tenido una caída del 22% en los últimos cuatro años. Durante 2012 el consumo disminuyó un 7,8% en España y solo las tiendas de lujo de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona consiguieron mantener las ventas. El futuro del ecommerce plantea nuevas formas de comercializar y arroja cifras muy optimistas en relación al nivel de ventas. El ecommerce tiene que evolucionar y generar nuevas estrategias que ofrezcan todavía más comodidad y seguridad a los consumidores para impulsar las ventas y promover el sector. También pasa por incorporar los nuevos sistemas de pago que vayan apareciendo, como es el caso del pago a través del móvil, que todavía no está extendido en el sector. Se prevé que en 2015 haya más de 1.200 millones de smartphones que tengan incorporado sistemas de pago, una cifra más de 90 veces superior que en la actualidad. Según el estudio de Nueno, en 2016 el ecommerce crecerá un 50% en todo el mundo en cuanto a las ventas al detalle, logrando una cifra de negocio de 1.000 billones de dólares. Por eso, empresas y negocios de todo el mundo tienen que unirse al tren del ecommerce si todavía no lo han hecho.