
¿Qué Necesitas?
¿Qué es el espionaje industrial?
Una buena definición de espionaje industrial es la siguiente:
El espionaje industrial consiste en obtener información de tu competencia (o viceversa) a través de métodos que no siempre son legales, con el fin de lograr una ventaja comercial.
O dicho de una manera mucho más simple: es cuando una empresa espía a otra empresa. ¿Para qué se hace algo así? En la mayoría de casos, para obtener información que solo un negocio conoce y que le proporciona una posición dominante en nicho de mercado, como por ejemplo:
- La receta de su producto.
- El material que utiliza.
- Los pasos que sigue para obtenerlo.
- Los componentes de su cadena de suministro (aquí tienes más información sobre este tema).
- Etc, etc, etc.
Y, ¿cómo se suele hacer? Las opciones son muy variadas… puede ser con un ataque informático o pagando a un trabajador de la empresa objetivo para que les pase la información. Quizás ante un hacker no tengas nada que hacer, pero sí que puedes evitar que un empleado se vuelva en tu contra si te preocupas de que esté satisfecho, para lo que puedes:
- Apostar por la conciliación familiar.
- Cuidar que no sufra burnout.
- Incluir incentivos salariales.
- Contar con otros métodos de motivación.
En resumen, si tus empleados están contentos, es más difícil que te traicionen.
El espionaje industrial en el código penal
Antes de que te lances a espiar a esa empresa que casi es un monopolio en tu sector, es importante que sepas que el espionaje industrial está recogido en el código penal. En concreto, en el artículo 278 se habla del delito de espionaje industrial, que está definido como «apoderarse por cualquier medio de datos, documentos escritos o electrónicos, soportes informáticos u otros objetos«. Aunque quizás lo que más debe preocuparte es que está penado con entre 1 y 5 años de cárcel, así que quizás prefieras pensártelo mejor antes de espiar a tu competencia.
Los casos de espionaje industrial más famosos
Para que veas que todo esto no es algo que pueda parecer de fantasía, a continuación te contamos algunos de los casos de espionaje industrial que en su día sacudieron a auténticos gigantes empresariales.
1. Google y China
Puede que al hablar de espionaje y la gran G, de forma automática pienses que Google es el «malo» y los demás las víctimas. Y a pesar de que en muchas ocasiones sea así (te escucha a través del micrófono, sabe en todo momento tu ubicación, lee tus correos…) en este caso fue el buscador el que sufrió el ataque. Y es que allá por 2010, el buscador por excelencia denunció que parte de su propiedad intelectual había sido robada por el gobierno chino, ya que el ataque se había centrado en las cuentas de correo electrónico de los activistas en favor de los derechos civiles en el gigante asiático.
2. Ferrari y McLaren
Si eres un entusiasta del mundo de la Fórmula 1 y la sigues desde hace tiempo, seguro que sabes a qué nos referimos si mencionamos el Spygate, que fue el nombre que se dio al caso de espionaje industrial entre estos 2 equipos. En concreto lo que pasó fue que Nigel Stepney, un empleado de Ferrari, «compartió» datos y documentos del desarrollo del monoplaza con McLaren. El tema aquí fue que a pesar de que en el equipo italiano sospechaban algo, el asunto no se destapó hasta que Fernando Alonso (por aquel entonces piloto de McLaren), informó a Berni Ecclestone (dueño de la competición) que existían correos electrónicos que lo demostraban todo. ¿Cómo acabó? Con el equipo inglés admitiendo que era cierto, pagando una multa de 44 millones de euros, siendo expulsado del mundial de constructores esa temporada y con la renuncia de su jefe de equipo Ron Dennis.
3. Unilever y Proter & Gamble
Puede que el nombre de estas empresas no te suene pero en 2001, entre las 2 marcas había una competencia feroz por ver quién ponía en el mercado el mejor producto. Una espiral que debía consumir todos sus recursos, porque el método de espionaje por el que optó una de ellas no era precisamente puntero. ¿En qué consistía? Proter & Gamble se dedicó a buscar en los contenedores de basura de Unilever. Puede parecer un sistema arcaico, pero así consiguieron alrededor de 80 páginas llenas de información confidencial de Unilever. Si algo parece estúpido pero funciona… Por cierto, al final todo quedó en paz a cambio de 10 millones de dólares.
4. Volkswagen y Opel
El tema del disimulo es indispensable en esto del espionaje industrial, y justo eso fue lo que les faltó a 7 directivos de Opel en el año 1993, ya que todos ellos renunciaron a la vez y casi de inmediato, ficharon por Volkswagen. Como es obvio, todo esto llevó a General Motors (empresa matriz de Opel) a denunciar a VW porque estaba utilizando información suya en sus nuevos vehículos. ¿Qué ocurrió al final? Que tras 4 años de juicio, la empresa alemana reconoció el espionaje industrial, tubo que pagar 100 millones de euros y pedir piezas a Opel por valor de más de mil millones de euros. Poca broma…
¿Qué opinas sobre el espionaje industrial?
¿Crees que es bueno para la gente que la información no esté solo en manos de una empresa o por el contrario, opinas que si alguien se lo ha «currado» tiene el derecho a disfrutar de esa exclusividad? Queremos saber tu opinión sobre el espionaje industrial y para ello, nos encantaría que nos dejaras tu opinión en los comentarios de más abajo. Hagamos un debate sobre este tema pero eso sí, siempre con respeto. 😉