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Frases célebres sobre el destino

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El destino nos está esperando a la vuelta de la esquina, está ahí, puede depender de muchos factores y sobre todo de nuestra actitud. Por eso, mostramos frases célebres sobre el destino que te harán pensar.

  • El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos. William Shakespeare.
  • Lo que puedes hacer, o sueñes que puedes hacer, empieza. Johann W. Goethe.
  • No existe ningún punto de partida si no se sabe bien a donde ir. Sigmund Freud.
  • No hay un solo rey que no descienda de un esclavo, ni un esclavo que no haya tenido reyes en su familia. Platón.
  • Todo hombre tiene derecho a decidir su propio destino. Bob Marley.
  • Hazlo o no lo hagas. No existe el Probar. Yoda.
  • Si le conceden un solo deseo, pida una idea. Percy Sutton.
  • Indudablemente nadie se ocupa de quien no se ocupa de nadie.Thomas Jefferson.
  • Cuando yo era pequeño mi madre me decía: Si te haces soldado llegarás a general, si te haces cura, llegarás a ser Papa. En cambio de todo eso decidí ser pintor y me convertí en Picasso. Pablo R. Picasso.
  • La inteligencia anula al destino. Mientras un hombre piensa, es libre. Ralph W. Emerson.
  • Sólo aquellos que nada esperan del azar son dueños del destino. Matthew Arnold.
  • Cuando pensamos que el día de mañana nunca llegará, ya se ha convertido en el ayer. Henry Ford.
  • No soy un aventurero por elección, sino por el destino. Vincent Van Gogh.
  • Nadie puede escapar del destino que le espera. Yasir Arafat.
  • El destino del genio es ser un incomprendido, pero no todo incomprendido es un genio. Ralph Waldo Emerson.
  • El mejor destino que hay es el de «supervisor de nubes», acostado en una hamaca mirando al cielo. Ramón Gómez de la Serna.
  • El destino de los hombres está hecho de momentos felices -Toda la vida los tiene-, pero no de épocas felices. Friedrich Nietzsche.
  • Para crear un destino, se requieren cuanto menos norte y voluntad.Renny Yagosesky.
  • El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Como si fuese un chorizo, una furcia o un vendedor de lotería: sus tres encarnaciones más socorridas. Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él. Carlos Ruiz Zafón.
  • No creo en la casualidad ni en la necesidad: mi voluntad es el destino. John Milton.
  • Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Antonio Machado.
  • Ni el pasado ha muerto ni está el mañana, ni el ayer escrito. Antonio Machado.
  • El destino ayuda a quien lo acepta y arrastra a quienes se resisten. Séneca.
  • La vida insiste en ser mi amiga y el destino mi enemigo. Frida Kahlo.
  • El que nace para ser ahorcado nunca morirá ahogado. Thomas Fuller.
  • Hasta en las flores existe la diferencia de suerte. Unas embellecen la vida y otras adornan la muerte. Hector Góngora.
  • Desdichado el hombre en quien nada perdura del niño. Arturo Graf.
  • Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma. Nelson Mandela.
  • Tendremos el destino que nos hayamos merecido. Albert Einstein.
  • Somos arquitectos de nuestro propio destino. Albert Einstein.
  • Yo nunca pienso en el futuro. Viene bastante rápido. Albert Einstein.
  • Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará. Ludwig van Beethoven.
  • El camino más seguro es el del medio. Ovidio.
  • Es más hermoso saber algo de todo que saber todo de una cosa; esta universalidad es más bella. Si se pudiera tener las dos, mucho mejor; pero es preciso elegir. Blas Pascual.
  • Lo que se considera ceguera del destino es en realidad propia miopía. William Faulkner.
  • Cada cual se fabrica su destino. Miguel de Cervantes.
  • La manera en que una persona toma las riendas de su destino es más determinante que el mismo destino. Karl W. von Humboldt.
  • El destino baraja las cartas, nosotros las jugamos. José Stalin.
  • El destino baraja, y nosotros jugamos. Arthur Schopenhauer.
  • El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino. Stephen Crane.
  • Lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él. Florence Neightingale.
  • Si sabes que nada puedes hacer contra tu destino, ¿por qué te produce ansiedad la incertidumbre del mañana? Si no eres tonto, goza del momento presente. Omar Khayyam.
  • Yo creía que la ruta pasaba por el hombre, y que de allí tenía que salir el destino. Pablo Neruda.
  • Cuanto antes nos percatemos de que nuestro destino está en nosotros mismos, y no en las estrellas, tanto mejor para nosotros. Axel Munthe.
  • El destino de los hombres está gobernado por sus acciones pasadas y presentes. Ling Yutang.
  • El destino es algo que se debe mirar volviéndose hacia atras, no algo que deba saberse de antemano. Haruki Murakami.
  • No labra uno su destino; lo soporta. Gustave Le Bon.
  • Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría, y si no llego hasta que transcurran diez millones de años, esperaré alegremente también. Walt Whitman.
  • A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo. Jean de La Fontaine.
  • El destino a veces suele cumplirse en pocos segundos, y aquello que durante años se ha buscado nos lo concede un dichoso azar. Franz Schubert.
  • Quiero agarrar al destino por las fauces, seguro de que no podrá doblegarme del todo. Ludwig van Beethoven.
  • Si pudiéramos saber primero en donde estamos y a donde nos dirigimos, podríamos juzgar mejor qué hacer y cómo hacer las cosas. Abraham Lincoln.
  • Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino. Charles Reade.
  • El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños. Eleanor Roosvelt.
  • No creo que haya que lamentarse sobre el propio destino, pero a veces es muy duro. Stalin.
  • El destino no reine sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad. Giovanni Papini.
  • Antes de casarme tenía seis teorías sobre el modo de educar a los pequeños. Ahora tengo seis pequeños y ninguna teoría. Lord Rochester.

Y este proverbio chino nos viene muy bien «Si una cosa tiene solución, ¡para qué preocuparse!, y si no tiene ya solución, ¡para qué preocuparse!».