
La Falla de Pere es de las pocas comisiones falleras que continúan plantando la falla al tombe. A diferencia del resto de agrupaciones falleras que ven como una grúa deposita su monumento y el día de la «plantà» los miembros de la comisión van añadiendo los elementos (resto de ninots, suelo de cesped y piedrecitas, carteles…) que configurarán el monumento; en la Falla de Pere el día de la plantà, la comisión valiéndose de la fuerza de la unión, bien dirigida, levanta el monumento que hasta entonces está tumbado en el suelo, para protegerlo de las inclemencias. Junto con su plantà al tombe, las dançaes, correfocs y elaboración por miembros de la misma, de platos típicos como el arroç amb fesols i naps, son elementos de la cultura tradicional que aportan el principal atractivo de esta comisión fallera a la par de la unión y cohesión entre sus miembros. La plantà al tombe demuestra una gran valentía por parte de la comisión, ya que el monumento por falta de organización en la fuerza para plantar la falla puede volcar y arruinar toda la fiesta, sin embargo la cohesión del grupo y la creencia en la tradición, año tras año, supone el clamor de los falleros y visitantes al ver como es alzado el monumento.( http://www.youtube.com/watch?v=4lgPc4KYzbU) … Auxy Sánchez En la actualidad, en la que gran parte de los procesos han dejado de ser artesanales, supone gran valentía por parte del empresario, continuar con el costoso proceso artesanal frente a la inversión, que en algunos años supondría su retorno, en un proceso mecanizado. La calidad, a diferencia de lo que pudiera parecer, es superior en los procesos artesanales o en los que interviene en gran medida la mano del hombre que en los industrializados por completo. El artesano elabora pieza a pieza el pedido en cuestión, a la vez que vigila la calidad del trabajo realizado, mediante un control en proceso de la calidad, liberando el producto que cumple sus expectativas. En los procesos totalmente mecanizados, salvo que exista un buen sistema de alarmas técnicas por falta de calidad, que hagan que el empleado pare la línea, o se pare la misma de forma automática, el control de calidad será establecido al final del proceso o en proceso por controles periódicos establecidos. Previsiblemente el control de calidad, se efectuará por muestreo, ante la imposibilidad de revisar la totalidad de los productos lo que no garantiza la calidad del 100% de los productos elaborados. El sistema artesanal supone un elevado coste de producción y por tanto del precio de venta de los productos elaborados por este sistema, pero garantiza en gran medida, si el empresario apuesta por la calidad, un alto grado de excelencia. En este momento en el que los inventos sobrepasan lo inimaginable, ha vuelto a nuestro sistema el encanto de la tradición: cervezas, vinos, tejidos, ropa, bolsos, papel y demás productos elaborados artesanalmente, conforme a nuestro buen hacer. Productos que se diferencian del resto por ese encanto que aporta la alta intervención de la mano del hombre en su fabricación, su diseño y calidad. Sería desde mi punto de vista, una buena forma de exportar marca España junto con los productos elaborados por sistemas productivos mecanizados de gran calidad. Diferenciar la marca España por un alto grado de calidad y confiar en procesos artesanales.