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¿Por qué tenemos miedo a hablar en público?
Hablar en público es uno de los mayores temores de muchos trabajadores. Basta con que tu jefe llegue un día y te diga: «necesito que prepares una presentación para el nuevo cliente y que la expongas después» para que empiecen los sudores fríos y el temblor de cuerpo. Pero, ¿a qué se debe eso? ¿Por qué reaccionan muchas personas de esta manera? Como es obvio, cada persona tendrá sus motivos, pero entre los más comunes destacan:
- Algún incidente traumático: puede que en algún momento de tu vida hayas sufrido una mala experiencia frente a una multitud y haya degenerado en miedo.
- No haberlo hecho antes: el miedo a lo desconocido es muy humano. Enfrentarte a lo que no conoces siempre es difícil y no es raro sentir pánico al afrontar algo así.
- Ideas preconcebidas: tú eres tu peor enemigo. Si piensas que no eres nadie para dar una charla o que lo que contarás no será útil, te estás poniendo la zancadilla a ti mismo.
Por cierto, ¿sabías que la fobia a hablar en público se conoce como glosofobia? Viene de la unión de las palabras griegas glossa (lengua) y fobia (miedo).
11 consejos para tu próxima charla en público
Todo lo que te hemos contado hasta ahora de miedos y demás, a partir de hoy, será historia. Porque hoy vas a aprender a hablar en público sin miedo, todo gracias a los trucos que te contaremos a continuación. Ha llegado el momento de salir de la zona de confort y desarrollarte personalmente. Así que dale un apretón de manos y despídete de tu miedo a hablar en público… porque no volverás a verlo. 😉
1. Conoce tu audiencia
Como te hemos contado, ese temor que sientes a la hora de dar un discurso es muy probable que provenga del desconocimiento de la situación. Una manera estupenda de acabar con ese sentimiento es saber a quién te diriges. Tener claro el tipo de público al que hablarás te dará información muy útil para saber:
- Cómo debes expresarte.
- El tono a utilizar.
- Qué técnicas utilizar.
- Etc.
Todos esos datos te darán seguridad y actuarán como un faro que te guiará en lo que ahora parece muy oscuro (pero ya verás como no es así).
2. Llévalo todo preparado
Deja la improvisación para los profesionales. No debes llevar todo preparado, sino preparadísimo. Hasta el más mínimo detalle debe de estar calculado. Cuanto más lo planifiques, más relajado acudirás a la presentación y mejor saldrá. También es importante que estudies en profundidad el tema del que vas a hablar. Así lo dominarás mejor y sabrás que lo dices es verdad (algo que trasmite seguridad).
3. Asegúrate un plan B
Ya conoces a tu público, dominas el tema sobre el que hablarás y lo has preparado todo a conciencia. ¡Genial! Ahora vuelve a hacer lo mismo pero pensando en qué puede fallar. Nos referimos a que si vas a usar un cañón para poner vídeos o imágenes, tengas preparado una alternativa por si justo ese día no funciona. O si notas que tu audiencia empieza a aburrirse… ten una frase especial, una historia o un chiste para volver a engancharlos.
4. Se tú mismo
Por mucho que suene a tópico es uno de los mejores consejos que podemos darte. La gente capta de forma inmediata cuando otra persona no se muestra como es en realidad y de forma automática cambia su percepción a una más negativa. Así que si eres una persona seria, no fuerces la situación intentando resultar simpático. Se verá forzado.
5. Te vas a equivocar…
¡Pero no pasa nada! La gente no irá detrás de ti con antorchas y rastrillos porque metas la pata. El error es humano y todo el mundo lo entiende. No sumas una presión innecesaria. Además, es muy probable que solo tú seas consciente de los fallos que cometes y les des más importancia de la que tienen. Además, un fallo hará que te muestres más natural y como te hemos dicho antes, eso la gente lo valora. Piensa lo siguiente: ¿quién no se ha equivocado nunca? ¡Si hasta en la presentación del nuevo iPhone hubo errores! ¿Y pasó algo? ¿No se venderá igual que el resto por eso?
6. Usa las 3 claves de la oratoria
Para conseguir ser un buen orador existen muchas claves, pero hay 3 que destacan más. Seguro que alguna te suena:
- Humildad: a nadie le gustan los «sabelotodo». Esfuérzate en que todo el mundo entienda lo que quieras transmitir y evita conceptos que a tu audiencia le puedan resultar difíciles.
- Naturalidad: lo que decíamos antes, no intentes ser lo que no eres.
- Pasión: no hay nada mejor que hablar de algo que te gusta porque esos sentimientos los transmitirás al público.
Solo con tener esos 3 aspectos, casi tienes asegurada una conferencia de éxito.
7. Practica
Haz tu presentación solo, delante del espejo, grabándote, delante de amigos… da igual. Lo importante es que practiques para que cuando llegue el día vayas más suelto y con confianza. Además limarás posibles errores, muletillas o «tics» que puedas tener y que hacen que tu exposición parezca menos profesional.
8. Habla a las personas
Nos referimos a que evites hablar mirando al techo o al vacío. Puedes elegir tres o cuatro personas que te trasmitan seguridad y hablar mirándoles. Y mucho mejor si están repartidas por todo el público. Es lo que se conoce como «elegir anclas».
9. Lo bueno, si breve…
Salvo que te hayan especificado un tiempo mínimo, es más recomendable acortar los discursos que extenderse. Puede resultar complicado saber el minuto a partir del cual la presentación ya está durando demasiado. Por eso viene bien practicar antes con personas o grabarte. Si tú mismo te aburres, imagínate los que te tengan que escucharte…
10. Cuenta una historia
Si el storytelling funciona para vender más… ¿por qué no iba a servir para mejorar tus charlas? Por si no sabes en qué consiste, se basa en aprovechar el poder que tienen las historias para captar la atención de las personas. Así que siempre es una buena idea empezar contando un buen relato para atrapar a todo el que te escuche. Dará a tu discurso ese plus de calidad.
11. ¿Cómo tienes que vestir?
Hay mucha gente a la que le preocupa no saber el tipo de ropa que deben llevar. Es muy sencillo: un poco más arreglado que tu audiencia. Por ejemplo, si das una charla a estudiantes universitarios, ir en traje puede dar una sensación de excesiva seriedad (e incluso de superioridad) que hará que tu público no conecte contigo. Sin embargo, vestir parecido a ellos reforzará tu diálogo. Pero recuerda, ¡solo un poco!
¿Preparado para hablar en público?
Esperamos que después de todo lo que has leído, la próxima vez que tengas que hablar en público no te paralice el miedo. Como has visto, con unos sencillos trucos no hay nada que temer. ¿Conoces otras técnicas para superar este problema? Sería genial que nos las contases en los comentarios, así conseguiríamos un post mucho más completo. ¿Seguimos en ellos entonces? 😉