
La crisis mundial que se ha estado viviendo en los últimos años a nivel mundial nos ha demostrado algo, que en realidad siempre es posible sostener nuestro negocio cuando somos cuidadosos, analíticos y llevamos adelante una gestión adecuada para atravesar ese momento difícil. Claro está que la planificación muchas veces puede llegar a resultarnos complicada cuando nuestra empresa, nuestros clientes y nuestros proveedores se enfrentan a la subida constante de precios. Inevitablemente, las ventas caen, los márgenes se reducen y comienzan a aparecer los problemas relacionados al flujo de caja. Por ende se producen despidos y los constantes fracasos empresariales a nuestro alrededor hacen que perdamos aún más la confianza en el mercado. Es por ello que la gestión de la empresa se vuelve cada vez más difícil, y si bien no podemos lograr que nuestro negocio se vuelva por completo a prueba de balas, lo cierto es que tomando las medidas necesarias en este tipo de situaciones críticas, es posible poder lograr que nuestra empresa sobreviva. En este sentido, el primer paso que deberemos dar será llevar a cabo un análisis detallado acerca de la salud de nuestro negocio, lo que nos permitirá identificar las debilidades y amenazas existentes, y al mismo tiempo los puntos fuertes y las oportunidades. Esto es precisamente lo que nos permitirá desarrollar una estrategia de supervivencia eficaz. El análisis de la salud de la empresa Para identificar cuáles son aquellas áreas de la empresa que se encuentran en problemas y necesitan mejorar, lo más conveniente es realizar una evaluación periódica del negocio, y luego podremos abordar las cuestiones iniciales que serán parte de la estrategia que utilizaremos para prevenir consecuencias a futuro más graves. Aquí hay dos elementos claves: los clientes y el mercado. Es que para desarrollar una estrategia de supervivencia efectiva será necesario por un lado retener a los clientes existentes y hacer crecer la base de clientes, y al mismo tiempo aumentar nuestra cuota de mercado. Ante la crisis, es posible que los mercados en los que nos desenvolvemos en este momento se hayan visto gravemente afectados por las condiciones económicas. En ese caso, lo mejor que podemos hacer es considerar la posibilidad de comercializar nuestros productos y servicios fuera del mercado en el que nos movemos habitualmente, por ejemplo ampliando la distribución e ingresando a los mercados extranjeros. En definitiva, para poder evaluar el desenvolvimiento de nuestro negocio, es necesario considerar los puntos clave mencionados, como así también las finanzas de la empresa. Esto nos permitirá identificar los riesgos, y en base a ello conseguir las respuesta necesarias para poder llevar adelante una gestión adecuada. Menos costos, más eficiencia Minimizar los costos y maximizar la eficiencia se una de las claves para lograr sobrevivir de la mejor manera posible ante una crisis económica, y es en sí una ecuación matemática, ya que al minimizar los gastos, es un paso realmente vital para la eficiencia de la compañía. Por eso cualquiera sea el monto que nuestra empresa gasta, siempre debe haber una buena razón para hacerlo.
En este aspecto es sumamente importante poder evaluar los costos fijos, llamados también gastos generales, que en definitiva deben estar disponibles siempre independientemente de cuánto vamos a producir o a vender. Dentro de estos costos fijos se incluyen los alquileres, los salarios y las cargas sociales. Lo cierto es que muchas veces podemos estar destinando más cantidad de dinero que lo que requieren dichos gastos fijos, sin darnos cuenta que a veces podemos ahorrar dentro de estos gastos generales. Asimismo debemos tratar de ahorrar dinero en relación a los variables de costos, que están vinculados a cuánto se produce y cuánto se vende. Dentro de los costos variables se incluyen los materiales, el embalaje, las horas extras y los gastos de transporte, entre otros. No obstante, debemos ser sumamente cuidadosos, ya que muchas veces la reducción de costes en las áreas equivocadas puede tener un efecto negativo para nuestra empresa. Lo importante ante la crisis es poder identificar posibles problemas de liquidez, evitar la insolvencia y aumentar la rentabilidad. Pero eso no es todo, ya que además podemos llegar a tener que enfrentar una situación de despidos con el fin de poder sobrevivir a la desaceleración económica. En este sentido, es posible ahorrar mediante el empleo de trabajadores a tiempo parcial para ciertas áreas del negocio, lo que al mismo tiempo significará reducir el tamaño físico de la empresa. Por otra parte, para lograr minimizar los costos, es necesario gestionar las relaciones con los proveedores de manera eficaz, y evaluar su desempeño con regularidad. En este punto es importante destacar que la entidad bancaria con la que solemos trabajar también es uno de nuestros proveedores, por lo que es conveniente reducir al mínimo los costos bancarios y asegurarnos que estamos utilizando la financiación disponible en el mercado con menor tasa. También es importante poder mantener un flujo de caja saludable, ya que en definitiva se trata del dinero que entra y sale de nuestro negocio. Es por ello que es fundamental que en todo momento conozcamos con certeza la cantidad de dinero que nuestra empresa tiene disponible en el banco, cuánto debemos y cuánto nos deben. Para lograr, sólo debemos tener actualizados los registros financieros. ¿Qué es entonces lo que podemos hacer para mantener saludable el flujo de caja? Entre otras cosas debemos reducir las existencias, minimizar los costos, maximizar el volumen de ventas y los márgenes, evitar el “Overtrading”, recuperar el dinero que nos adeudan, vender activos, y lograr una renegociación de las concesiones de créditos. Lo cierto es que si bien en la actualidad muchas empresas logran superar a corto plazo las dificultades de liquidez que suelen presentarse en momentos de crisis, es importante tener en cuenta que por lo general estos problemas se pueden predecir, lo que significa que es posible hallar soluciones antes de que el momento crítico llegue a nuestra empresa.
