
Las empresas en la actualidad debe afrontar nuevos y continuos cambios, ya sean del entorno de la organización, como sociales, y tecnológicos. Por lo cual es necesario tomar decisiones en el ámbito empresarial para poder adaptarse a los cambios que se plantean. La dirección estratégica en una disciplina que desarrolla y pone en marcha las estrategias que permitan a la organización permanecer en el mercado, obteniendo beneficios económicos. Las estrategias que se lleven a cabo deben ir acompañadas de valor agregado y de ser posible de la innovación en sus productos o servicios. Las organizaciones que deseen tener éxito en su gestión deben contar con un sistema de dirección estratégica. A la dirección estratégica la podemos dividir como: La definición de objetivos estratégicos Consiste en la definición de la filosofía y de la misión de la empresa. También establecer cuales serán los objetivos a corto y largo plazo que permitan lograr la misión de la empresa, y que permitan definir las actividades de negocios actuales y futuras de la organización. La planificación estratégica Se trata de la formulación de estrategias en donde se deberá elegir la más adecuada, para que permita conseguir los objetivos organizacionales. También es importante desarrollar una estructura organizativa que permita conseguir la estrategia. La implementación de la estrategia Se trata de asegurar las actividades empresariales para lograr la efectividad en el cumplimiento de las estrategias. Además que permitan controlar su eficacia para poder conseguir los objetivos de la organización. El proceso de la dirección estratégica requiere de una planificación que permita fomentar la toma de decisiones, la cual será una función por parte de los directivos de cada uno de los niveles de la organización, siendo la responsabilidad final de la propia dirección de la empresa, quien deberá formular la visión, la misión y la filosofía de la organización. Concluyen podemos mencionar que: La visión de la empresa será el resultado de un proceso de búsqueda que incluirá la experiencia y la información que se encuentre en el interior de la organización. La misión definirá la razón de ser de la empresa, condicionando sus actividades presentes y futuras. La filosofía de la empresa definirá el sistema de valores y creencias de la organización.