
Si repasamos brevemente la historia de las grandes compañías que lograron el éxito absoluto en el mercado gracias al interés que siempre generaron en los consumidores, podemos darnos cuenta que en la mayoría de los casos este hecho ha estado relacionado a la confección de una estratégica comercial y publicitaria bien definida, donde la marca del producto se eleva a la categoría de imprescindible. Es que en realidad, las marcas son un punto definitorio para un producto, que sin lugar a dudas inciden de manera directa con el resultado de los negocios. Porque en definitiva, la marca es lo que le brinda un verdadero valor a la empresa. En este sentido, muchos expertos aseguran que una empresa sin marca es como una persona sin alma, ya que la marca es el elemento que en definitiva hace que la empresa tenga sentido, porque sin marca no hay negocio. Incluso, el concepto que encierra el término marca es en realidad mucho más amplio. Sólo nos basta con observar la importancia que en los últimos años han tomado las llamadas “Marca País”, a través de las cuales cada una de las naciones del mundo puede mostrar hacia afuera su potencial en los más diversos ámbitos. Puntualmente, en la Argentina, el concepto de marca país no sólo ha sido utilizado a nivel nacional, sino que además cada una de las provincias posee su propia marca definitoria. Por supuesto que esto también sucede con las empresas nacionales. En este punto es importante tener en cuenta algunos antecedentes de la historia argentina de las últimas décadas, y sobre todo poder observar cómo en los últimos años se ha exaltado el sentimiento nacional, que también ha influido notablemente en los negocios. El escenario actual pone de relieve la calidad de los productos autóctonos, haciendo que cada una de las marcas nacionales se encuentre acompañada orgullosamente de la bandera celeste y blanca. Y en realidad, eso no es más que una estrategia para lograr establecer una diferencia entre un producto nacional y su competidor extranjero, por lo cual en la Argentina de hoy es imposible iniciar un emprendimiento comercial sin tener previamente definida la marca que lo identifique del resto, como parte de la gestión estratégica que debe aplicarse a los negocios para alcanzar el éxito. Por otra parte, en el contexto actual donde el Gobierno nacional ha puesto ciertas trabas al ingreso al país de artículos importados, sobre todo en el rubro tecnológico, cada vez son más las empresas nacionales que se atreven a competir en las góndolas contra los gigantes internacionales, eso sí con una marca propia que realza el orgullo de la industria nacional y pone de relieve la pujanza del país. Pero además influye en esto el cambio de mentalidad del consumidor argentino, que hoy prefiere optar por productos fabricados en el país, seguramente convencido por la estrategia comercial de dichas empresas que no dudan en adjuntar la bandera celeste y blanca junto a su marca, y generar la nostalgia en los compradores. Esto es válido, y debe ser parte fundamental de cualquier gestión estratégica que hoy se plantee en la Argentina para iniciar una PyME. En este sentido, podemos tomar algunos ejemplos actuales, que nos permiten vislumbrar la importancia que posee la marca propia para que nuestro producto tenga en el mercado el impacto que estamos buscando. Tal es el caso de lo que está sucediendo en el sector de la tecnología, donde algunas marcas argentinas han logrado imponerse, e incluso alcanzar un mejor posicionamiento de ventas, en comparación con los productos importados del mismo segmento. De acuerdo a las cifras actuales, en el nicho de las notebooks y netbooks, por ejemplo, el sello de “Industria Argentina” se encuentra pisando fuerte, con marcas como Banghó, Ken Brown y EXO registran mayores ventas que sus grandes competidoras Lenovo, Acer o HP. Lo mismo sucede en electrodomésticos de consumo masivo, como son por ejemplo los televisores LED que hoy hacen furor en todo el mundo. En la Argentina, marcas como BGH se han logrado imponer de manera sorprendente a otros competidores extranjeros de la talla de Sony o Samsung. Y esto no es una simple coincidencia. Aunque los analistas económicos aseguren que el caso del éxito que está obteniendo BGH actualmente guarda relación directa con las trabas que el Gobierno ha generado a las importaciones, lo cierto es que uno de los aspectos fundamentales del resultado que ha logrado tener la empresa se centra en haber llevado adelante una completa gestión estratégica, donde la marca es uno de los principales fuertes, ya que resalta el orgullo de la industria nacional y genera en el consumidor la nostalgia necesaria que en definitiva motiva a la compra. Por todo ello, y tomando como ejemplo a las empresas argentinas que en los últimos años han logrado triunfar e incluso llegar a límites impensables dentro del mercado, no sólo nacional sino también a nivel mundial, antes de iniciar un emprendimiento es fundamental la creación de la marca de nuestro producto. Aspectos a tener en cuenta Cuando nos encontramos en la fase de la creación de la marca de nuestro producto, es sumamente importante que tengamos en cuenta una serie de aspectos que serán determinantes en el éxito o fracaso de la nueva marca en cuestión. Por ello, debemos definir un plan estratégico que nos indique el camino a seguir para desarrollar la marca, elegir las herramientas adecuadas para lanzarla al mercado, seleccionar los elementos necesarios para lograr entrar en la mente del consumidor, y por último mantener y proyectar nuestra marca a nivel internacional. En este sentido se hace imprescindible hallar el nombre perfecto, que si bien es un proceso difícil, lo cierto es que al crear la marca de nuestro producto podemos utilizar algunas pautas que nos ayudarán en la tarea, y que les acercamos a continuación a modo de recomendaciones:
- Es conveniente que la marca sea fácil de pronunciar, de deletrear y de recordar.
- La mejor opción es optar por una marca que sea lo suficientemente versátil para que luego podamos aplicarla a distintos productos que vayamos agregando a la línea.
- La marca debe ser atractiva.
- Debe ser adaptable a cualquier medio publicitario.
- En lo posible se recomienda que la marca sugiera algo sobre los beneficios del producto o servicio.
- Es conveniente que se trate de una palabra simple, que permite una sola pronunciación, y en lo posible que se trata de un término proveniente de la lengua hispana.
- No se recomienda utilizar el inglés u otros idiomas extranjeros, pero tampoco los argentinismos, ya que cometeríamos el error de crear una marca que no tendría el impacto esperado a nivel internacional.
- Dependiendo del segmento de la industria o los servicios al cual se dedicará nuestro emprendimiento, una buena opción es optar por iniciales, como el caso de BGH o EXO.
- No debemos olvidar que para lograr éxito en el mercado argentino actual, es conveniente que la marca esté acompañada con un logotipo en el que se realce el orgullo de la industria nacional y en lo posible los colores de la bandera argentina.