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La necesidad de comprender el impacto ambiental de la empresa

Como ya hemos podido ver en un artículo anteriormente publicado en Gestion.org, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) debe responder a una serie de parámetros que nos permitan evaluar el impacto que nuestra empresa está teniendo para con el medio ambiente, los empleados, los clientes y la sociedad en general. Este análisis nos permite poner en marcha políticas acordes a minimizar los impactos negativos y mejorar de esta manera la forma en que nuestro negocio se desenvuelve y por ende afecta a su entorno. Es por ello que uno de los aspectos fundamentales en lo que se refiere a llevar adelante una empresa de la manera correcta, reside en tener en cuenta estos parámetros relacionados a la RSC. En este sentido, es sumamente importante ser capaces de comprender de qué manera nuestro negocio impacta en el medio ambiente. En definitiva, los métodos más simples en cuanto a la eficiencia energética, como por ejemplo apagar luces y equipos electrónicos cuando no son necesarios, permiten hacer una gran diferencia. Lo mismo sucede con la reducción en el uso de agua, lo cual nos permite además disminuir los costes. Por otra parte, la minimización de residuos, como por ejemplo reducir la cantidad de papel que se utiliza, son simples medidas que en definitiva nos permiten disminuir los gastos diarios de nuestra empresa, y al mismo tiempo reducir el impacto ambiental que estamos generando. Ahora bien, una vez que hemos comprendido claramente cuál es el grado de impacto que nuestro negocio está generando sobre el medio ambiente, lo ideal es comenzar a delinear una serie de políticas empresariales que se ajusten a disminuir ese impacto, para lo cual podemos recurrir a diversas opciones, como por ejemplo comenzar a fabricar productos que puedan ser reciclados, llevar a cabo un abastecimiento responsable, es decir utilizando materiales reciclados y renovables, y al mismo tiempo optar por adquirir la materia prima a través de proveedores locales, con el fin de ahorrar en los costos de combustible y transporte. Asimismo, podemos lograr disminuir el impacto ambiental de nuestra empresa minimizando el embalaje, creando una red de distribución eficiente y económica, y tratando de realizar transacciones sólo con proveedores y distribuidores que también incluyen políticas de RSC en sus servicios. Necesidad de un análisis medioambiental de la empresa Sin lugar a dudas, el desempeño ambiental es un tema cada vez más importante para las empresas, ya que en definitiva, tengamos en cuenta que gracias a la correcta gestión de los aspectos relacionados al medio ambiente, y con políticas efectivas podemos no sólo asegurarnos de que cumplimos con la legislación vigente, sino que además logramos reducir los costos y mejorar nuestra reputación. Es por ello, que en general los expertos hacen hincapié en la necesidad de llevar a cabo un análisis medioambiental de la empresa, y de esta forma conocer con exactitud el impacto que la misma está teniendo en el ecosistema en el cual se desenvuelve. A pesar de que muchos supondrán que realizar una evaluación del riesgo medioambiental de la empresa puede llegar a convertirse en una tarea ardua, difícil y extensa, lo cierto es que podemos realizar este tipo de análisis de forma sencilla. En principio, debemos tener en cuenta que para realizar una evaluación del riesgo ambiental de nuestro negocio, deberemos utilizar técnicas similares a las que usamos en el análisis de la seguridad de la empresa. A continuación listamos los cinco pasos claves para llevar a cabo la evaluación del riesgo ambiental:

  1. Identificar cualquier peligro, es decir poder descubrir cuáles son las posibles fuentes de daño.
  2. Identificar el tipo de daño que se puede llegar a causar.
  3. Evaluar el riesgo de daño, es decir la probabilidad real de que un determinado peligro cause daños.
  4. Identificar las precauciones que pueden tomarse al respecto.
  5. Registrar los resultados de la evaluación y aplicar medidas de precaución.
  6. Revisar la evaluación a intervalos regulares.

Ahora bien, uno de los aspectos fundamentales para que este tipo de evaluación nos permita llegar a resultados positivos, reside en poder identificar de forma correcta los peligros, para lo cual debemos tener en cuenta los siguientes puntos para efectuar la revisión:

  1. Almacenamiento de residuos y su disposición: Entre otras cosas, debemos asegurarnos que se utilizan recipientes adecuados, y que los residuos se almacenan lejos de los desagües y de los cursos de agua.
  2. Emisión de polvo y otras sustancias en el aire.
  3. Almacenamiento, uso y eliminación de sustancias peligrosas.
  4. Drenaje y disposición de residuos líquidos.
  5. Impacto ambiental de las materias primas, tales como por ejemplo los metales que pudieran ser potencialmente tóxicos.
  6. Impacto medioambiental de los envases.

En definitiva, lo correcto es lograr la reducción en el impacto ambiental de nuestro negocio, lo cual podemos lograr a través del uso de técnicas de evaluación ambiental y la creación de un sistema de gestión ambiental acorde.