Saltar al contenido

La persistencia profesional como factor clave para cambiar nuestra suerte económica

Fracasar y fracasar no le gusta a nadie, y quien diga que ello nos hace fuertes y que nos ayuda a avanzar no está para nada carente de razón, pero obviamente nadie intentará perder a posta con el fin de hacernos fuertes y avanzar, pero si que siempre, siempre, ganando y perdiendo, debemos intentar persistir. No se trata de darnos golpes y golpes de cabeza una y otra vez contra la misma pared, y bien haremos de renunciar a atravesarla si vemos que es imposible de conseguirlo, ¿sí? ¿seguro que lo mejor es que renunciemos a atravesarla? No, nunca jamás. No señores, nunca debemos renunciar a aquello que soñamos, a aquello que anhelamos, a aquello en este caso que profesionalmente debe convertirnos en quienes somos y que debe hacer de nosotros aquel profesional o empresario. No se trata de empotrarnos una y otra vez contra la misma pared, pero sí que se trata de que en aquello que para nosotros resulta “casus belli” no renunciemos, y sin empotrarnos y reempotrarnos (cosa que sólo que hará herirnos y herirnos una y otra vez, y eso de aprender y superarse está muy bien, pero otra es el sufrir por sufrir) busquemos formas de llegar al otro lado de la pared. No siempre nos será posible, no siempre dependerá de nosotros conseguirlo, igual, puede, que nos encontremos en una situación delicada, la cual revertirla resulte prácticamente imposible, de nosotros dependerá gestionar los tiempos y los momentos, de nosotros dependerá el establecer la línea a seguir para estabilizar, para poner a flote y para lograr los objetivos que nos hayamos marcado, pero hemos de tener muy presente eso, que de nosotros y de nosotros debe tan sólo depender el camino trazado para logrado. Y en este camino la persistencia es la piedra angular de todo lo que nos podamos imaginar. Por ejemplos si nos hemos encontrado una empresa en una paupérrima condición económica y con más lastre, agua que achicar y agujeros que tapar que otra cosa bien haremos en persistir y persistir para llegar a buen puerto. Puede que veces no lleguemos al puerto, como decía no siempre dependerá de nosotros, pero sí que dependerá lo que hagamos o no para llegar y eso si que es responsabilidad nuestra. Perseverancia, pues no será fácil, perseverancia pues a veces parecerá que todo está perdido, perseverancia pues puede que aunque parezca que ya estamos a punto de revertir la solución, de golpe volvamos al punto de partida, perseverancia, pues sólo si persistimos, puede y tan sólo puede que finalmente esa pared, que ese problema que ayer era inamovible mañana se torne en invisible. En definitiva, conseguir algo, y más salir de malas y complicadas soluciones nunca ha sido fácil, y ahora obviamente tampoco lo es, quien se engañe, tan sólo hará que engañarse inútilmente a sí mismo, pero quien persevere tendrá la oportunidad de salvarse, ¿lo conseguirá? Quizá, pero sin duda persistirá, se auto-realizará y aprenderá.