
Una de las iniciativas voluntarias internacionales, más importante de los últimos años en Responsabilidad Social Corporativa es El Pacto Mundial o Global Compact. En el año 1999 se firma el pacto mundial entre el empresariado mundial y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estableciendo diez principios universalmente reconocidos, que se agrupan en cuatro grandes temas:
- Derechos humanos
- Estándares laborales
- Anti corrupción
- Medio ambiente
Para el año 2007, y de conformidad con los más de seis mil participantes distribuidos en 135 países, está considerada como la iniciativa de ciudadanía corporativa más importante del mundo. Los diez principios establecidos en dicho pacto son los siguientes:
- Respeto a los derechos humanos
- No ser cómplice en abusos a los D.H.
- Respetar el derecho de asociación de los trabajadores
- Erradicar toda forma de trabajo forzoso u obligado
- Abolir el trabajo infantil
- Eliminar la discriminación de empleo
- Apoyar los métodos preventivos de protección al ambiente
- Adoptar iniciativas de responsabilidad ambiental
- Fomentar el desarrollo de tecnologías inofensivas al medio ambiente
- Trabajar contra la corrupción, la extorsión y el soborno
Se presume que las empresas adheridas a dicho pacto, legitiman la filosofía y la convicción de la RSC, estableciendo que las actividades empresariales fundamentadas en dichos principios contribuyen y fomentan la construcción de mercados globales equitativos, estables e incluyentes, generando igualdad y prosperidad común. Otro aspecto importante del Pacto Mundial, es que pretende fomentar por medio del involucramiento de los ejecutivos de primer nivel, una cultura y compromiso con la ciudadanía corporativa, considerada esta última como una de las estrategias de mayor peso en la filosofía de la RSC. La RSC, ha adquirido una gran dimensión en el mundo empresarial por la influencia de diversos organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (O.NU.), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (O.C.D.E), la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.), la Unión Europea (U.E.) y la Organización Internacional de Estandarización (ISO) entre otros organismos. Dichos organismos, han influido en la creación de códigos de conducta y de iniciativas promotoras de principios y directrices globales, como el caso comentado. Independientemente que los resultados obtenidos en RSC en el ámbito internacional, están distantes de parecer una solución concreta a los problemas relacionados con la empresa y sus múltiples perjuicios sociales, no deja de ser notorio y de una gran valía, principios como el referente a la corrupción, que en tiempos remotos habría sido un tema completamente censurado por los mismos gremios empresariales, lo que invita a meditar en una reflexión: ¿Vale la pena seguir promoviendo la RSC, como una filosofía única de cambio? o ¿Debería crearse una filosofía paralela que promoviera la ética y los valores personales, a la que llamáramos; “Profesionales Socialmente Responsables”?.