Muchas personas tienen una buena idea de negocio en la mente y no son capaces de ponerlo en marcha. ¿Cuál es el motivo? ¿Por qué muchas veces no somos capaces de crear nuestro negocio sin poner ningún tipo de inconveniente para ello? Las escusas no son válidas en el mundo de los negocios, es precisamente lo que utilizan muchas personas por la pereza, el miedo, la desmotivación, la falta de conocimientos y experiencia, la falta de tiempo o la falta de seguridad (o confianza en uno mismo), excusas que no son motivo para dejar un futuro negocio en el tintero sin llevarlo cabo. En primer lugar si realmente queremos montar un negocio con el mayor de nuestros deseos, lo más importante es querer, ya que cuando queremos algo no habrá nada que nos pare para ponerlo en funcionamiento. Es importante no quedarnos bloqueados, que ni el miedo, ni la falta de conocimiento, ni la falta de seguridad en nosotros mismos puedan ponernos entre la espada y la pared en ningún momento y hacernos tirar la toalla, debemos seguir siempre adelante. Una vez hayamos dado el primer paso debemos saber que tendremos gran parte del recorrido hecho, y no debemos mirar hacia atrás. No es necesario que tengamos una motivación especial para poder lanzarnos al ruedo, tan solo nuestra visión es lo que debe mantenernos totalmente motivados. En el caso de no contar con esta visión no debemos preocuparnos ya que con el tiempo llegará, según vayamos avanzando en nuestro proyecto, según vayamos consiguiendo cosas y alcanzando objetivos propuestos. Lo verdaderamente importante es que tengamos en nuestra mente en todo momento que es lo que queremos llegar a conseguir y lo que resulta realmente importante para nosotros. Antes de emprender un negocio es bastante raro que tengamos tal confianza en nosotros mismos que nos permita tirar hacia delante sin pesárnoslo y sin ningún tipo de miedo, pero al igual que sucede en el caso de la motivación, la seguridad en nosotros mismos es algo que llega con el paso del tiempo y según veamos avanzar y crecer nuestro negocio. Y es que cuando montamos un negocio se aprende rápidamente, dándonos cuenta de lo realmente importante, de lo que marca la diferencia y nos aporta unos buenos resultados. Evidentemente a todo esto se le debe añadir la formación continua en nuestro sector, para estar siempre a la última, conocer todas las novedades y lograr superarnos. Está claro que no es una excusa estar formándonos de forma indefinida para no comenzar nunca a montar nuestro negocio por tener en nuestra mente que nos estamos capacitados para hacer frente a las responsabilidades que supone tener una empresa. Y es que muchas veces hasta que hemos empezado no nos terminamos de dar cuenta lo preparados que nos encontramos para poder llevar a cabo nuestra idea empresarial a cabo. Muchas veces con saber el “qué hacer”, se nos presentara solo el “cómo hacerlo”, y es que si poco a poco vamos tomando decisiones las opciones se nos irán presentando por si solas. Es una cuestión de comprometernos con lo que vamos a hacer y tener ganas de hacerlo realmente.