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Las PyMEs son la clave del crecimiento económico en México

A pesar de la importancia que las pequeñas y medianas empresas poseen en el desarrollo social de todos los países del mundo, según un informe reciente sobre la Confianza Comercial de Regus en México  hoy este índice se muestra mucho más bajo para las PyMEs que para las grandes compañías. Indefectiblemente, esto genera un quiebre importante en el sector productivo mediano y pequeño mexicano, ya que en definitiva debemos tener en cuenta que las PyMEs cumplen un rol singularmente importante en la sociedad, ya que son las principales creadoras de puestos de trabajo. Sin embargo, lo cierto es que el sector de las PyMEs mexicanas ha registrado en este último año un aumento significativo en los ingresos, muy a pesar de la crisis que le ha tocado vivir como corolario de su participación activa con la economía norteamericana. En este sentido, según las estadísticas oficiales, los ingresos de la mayoría de las pequeñas y medianas empresas de México aumentaron sus ingresos de un 50% a 59% durante el primer trimestre de 2012, mientras que las utilidades crecieron de forma similar, de un 37% a un 45%. Claro está que los empresarios mexicanos deben enfrentarse al mismo tiempo a cubrir los gastos que les generan sus negocios, que muchas veces exceden el ingreso, lo que provoca una crisis financiera imposible de subsanar. Es por ello quizás que como aseguran muchos analistas, una gran porción de PyMEs mexicanas no llegan a los dos años de vida. Ante esta realidad, cada vez son más los mexicanos que a pesar de tener una muy buena idea de negocio temen enfrentar el desafío, por lo que su plan de empresa jamás llega a concretarse. En este entorno, ¿qué sucede con el financiamiento de emprendimiento y PyMEs en México? Pues bien, la mayoría de los empresarios del país aseguran que una de sus mayores preocupaciones actuales se centra en la posibilidad de acceder a créditos asequibles y de poder lograr una administración de flujo de efectivo eficaz, que les permita conservar en actividad a la compañía. Lo cierto es que las cifras arrojadas por un reciente estudio indican que el 64% de los empresarios mexicanos actualmente están satisfechos con las estrategias de apoyo que brinda el Gobierno para brindar herramientas financieras a las PyMEs del país. No obstante, al mismo tiempo reclaman la introducción de nuevas medidas, tales como la creación de préstamos de bajo interés, exención de impuestos y redes de contacto específicas de la industria, lo que evidentemente posibilitaría a las empresas y emprendimientos mexicanos impulsar su crecimiento y desarrollo a largo plazo. Obtener financiamiento en México En general, cuando una PyME debe recurrir a algún tipo de financiamiento, esto se debe principalmente a dos causas. O bien la empresa registra una falta de liquidez, lo que le impide seguir funcionando de manera normal en las operaciones diarias, o bien cuando se trata de una compañía en expansión, que requiere de mayor inversión para poder afrontar los gastos que le genera ampliar sus horizontes. En ambos casos, el crédito es una de las mejores opciones, ya que de lo contrario la PyME que registra falta de liquidez terminará quebrando, y aquella que desea expandirse jamás podrá avanzar hacia sus objetivos. Es en ese momento decisivo para las pequeñas y medianas empresas cuando la falta de herramientas de financiación genera el colapso, que no sólo tiene repercusiones negativas para la compañía en cuestión, sino también para toda la sociedad, ya que como mencionamos las PyMEs son las principales creadoras de puestos de trabajo en la actualidad. En México, el rol de las PyMEs es fundamental para la economía nacional, ya que tengamos en cuenta que según los datos aportados por los informes de la Secretaría de Economía del país, más del 95% de las empresas registradas son micro, pequeñas y medianas empresas. Claro está que los empresarios y emprendedores siempre pueden recurrir a los préstamos privados que ofrecen las entidades bancarias para solventar sus necesidades financieras puntuales. Pero aquí hay que tener en cuenta que muchas veces este tipo de financiación privada atenta contra el desarrollo eficaz de la empresa, debido en general a los cortos plazos de pago y los altos costos de las tasas anuales que deben enfrentar las PyMEs que solicitan este tipo de préstamos. En este sentido, de acuerdo a las cifras oficiales, durante la actual administración del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, que se inició en 2006, llevó a cabo durante años el programa nacional Fondo PyME, iniciado en 2008, a través del cual se invirtió para el desarrollo del sector 7.000 millones de pesos en lo que va de este año. Al respecto, el Presidente de la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, Ricardo Navarro, aseguró recientemente: “Con ayuda del Fondo Pyme, desde el 2010, pudimos apoyar a 38,450 empresas; sin embargo, es necesario que el monto alcance 18,000 millones de pesos anuales para satisfacer las necesidades de los empresarios”. Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, a través del programa Fondo PyME ha brindado capacitación y asesoramiento a 484,396 empresas mexicanas. Pero lo cierto es que los empresarios mexicanos del sector de las pequeñas y medianas empresas, como así también de emprendimientos comerciales, aseguran que es necesaria la implementación de nuevas oportunidades que permitan acercar mayores y mejores créditos a la PyMEs del país. No obstante, en base a las declaraciones del reciente presidente electo Enrique Peña Nieto, que asumirá en el cargo en el mes de diciembre, ha dejado en claro que a partir de su gestión planea dar un vuelco importante en lo que respecta al apoyo financiero a las PyMEs del país, ya que este tipo de política proactivas hacia el sector empresarial más afectado por la crisis, permitirá al mismo tiempo lograr un crecimiento económico a nivel nacional. Es por ello que los empresarios y emprendedores mexicanos se encuentran a la expectativa de poder ver concretadas sus necesidades para 2013, a través de un desarrollo económico nacional, centrado en la reducción de la carga fiscal de las empresas, la disponibilidad de mayores y mejores herramientas para la innovación y la ampliación de los instrumentos financieros para el sector.