
Contratar a personas conocidas o por medio de “enchufe” tiene ciertas ventajas para las empresas que lo hacen, siempre que la persona valga para el puesto, pero la más importante es sin duda la confianza. Muchas empresas no quieren, ni pueden permitirse, contratar a una persona que no saben si es de confianza o responderá al trabajo, por eso contratan personas de confianza que conocen o preguntan a sus empleados si conocen a alguien que pueda rendir en el puesto. A veces, simplemente el enchufismo se centra en contratar a personas que se conoce o a la familia por compromiso, o porque el dinero no se quede en manos de otros. Esto es contraproducente si la persona no rinde en su puesto de trabajo, y puede terminar saliendo muy caro a la empresa, pero si sale bien también tiene sus ventajas. Sólo hay que intentar establecer unos límites y crear unas normas que deben ser respectadas. Por otro lado, establecer contactos profesionales favorece también en cierto modo el “enchufismo”, el contratar a alguien (o recomendarle) porque se tiene cierta confianza o se ha mantenido conversaciones frecuentes. ¿Qué ventajas tiene el enchufismo bien aplicado?
- Mayor compromiso por parte del empleado con la empresa
- Mayor confianza en nuevo personal porque “ya se conoce”
- Mejor relación con los nuevos empleados (por ser conocidos)
- Posibilidad de contar con personas preparadas y de confianza en la empresa
- Mayor flexibilidad en ciertos aspectos (siempre estableciendo unos límites)
- Posibilidad de encontrar personas valiosas (mediante networking o contactos personales) a las que no se podría llegar de otra forma
- Se acelera la adaptación al puesto de trabajo y curva de aprendizaje se reduce
- Menor rotación de personal
- Contar con personas que pueden ascender profesionalmente
- Si hay que tomar ciertas medidas drásticas por un mal momento económico de la empresa pueden entenderlo mejor
También tiene sus desventajas ¡y hay que tenerlo en cuenta! A veces contratar a alguien por enchufe puede acabar en importantes problemas y pérdida de contacto con esa persona, e incluso el negocio puede verse resentido por esa decisión. Por ello, hay que utilizar el enchufe con cabeza, y en la medida de lo posible evitarlo. Para ello:
- Hay que contratar a alguien en quien realmente se confíe, o que la persona que le refiera sea de mucha confianza
- Se debe comprobar que el perfil de la persona se adapta al puesto
- Si se tiene serias dudas de que la persona no cumplirá con su trabajo, es mejor no proponérselo
- Los sentimientos deben quedar fuera de las decisiones
- Que pueda tener menos experiencia laboral o formación que otras personas no quiere decir que se deba permitir una gran diferencia con respecto a los demás candidatos
- Hay que tratar al nuevo trabajador “por enchufe” igual que a todos los demás