
Muchos no parecen tenerlo claro, pero tener un negocio propio tiene sus ventajas, como por supuesto tiene sus desventajas, por eso hay que saberlas tener en cuenta para animarse a dar el paso.
- Lo primero, si no encuentras empleo por cuenta ajena al entrar en tu negocio ya tienes trabajo. Puede que cueste conseguir los clientes, pero es cuestión de estudiarlo bien para conseguir tener buenos resultados.
- Quien inicia su propio negocio no tiene otro jefe que su propia persona, por mucho que los clientes tengan la razón y se dependa de ellos. Tener un negocio supone tener sus propias reglas, métodos de trabajo y demás. Algo que gusta a muchos es el hecho de ser su propio jefe, y es que se trabaja para sí y el fruto del trabajo es para la propia persona que lo desarrolla.
- Es cierto que nadie se hace millonario de un día a otro, pero si se plantea bien un negocio puede ser beneficioso y obtener grandes sumas de dinero. Hay que saber tener una mente de cara al éxito para conseguir el éxito. La mayor parte del dinero que se gana va para uno mismo, al contrario de lo que pasa en un empleo.
- No es que se tenga más tiempo libre, porque en ocasiones se puede llegar a trabajar más, pero una vez estabilizado el negocio se puede contar con ese mayor tiempo libre, pero sobre todo lo más importante es que se puede compatibilizar más la vida familiar y laboral.
- La mayor independencia de tener un negocio puede ser bastante interesante, hay mayor libertad de decisión y de horarios.
- Un negocio propio permite un desarrollo personal que otras cosas no aportan, se tiene la posibilidad de dar lo máximo de sí y demostrar todo lo que se puede hacer de cara a unos mejores objetivos.
- La satisfacción de tener algo propio no la da otra cosa.
- Si todo sale bien, los buenos resultados son para quien monta el negocio.
No es fácil involucrarse en un nuevo negocio, al principio cuesta y puede conllevar pérdidas, pero el resultado es por norma general satisfactorio. Es cierto que hay que tener ganas, prepararlo todo bien, planificarlo y dedicar esfuerzo, pero merece la pena. De hecho, ya son muchas las personas que se han decidido a crear su propio negocio, algunos por vocación y otros simplemente como una salida ante la situación económica actual.