
De un tiempo a esta parte vuelve a estar en boca de todos un tema que no por recurrente deja de ser importante, y es que es un tema que si no deja de ser recurrente es precisamente porque es un tema importante que no se deja bien solucionado, ese tema no es otro que el de los horarios comerciales. En España existe una regulación horaria para los establecimientos comerciales que obligatoriamente deben cumplir, prohibiéndoles por ejemplo abrir en días festivos. Los defensores de está medida (que no es uniforme en todo el territorio español ni en todos los casos, pero que existe en mayor o menor medida en todo el estado) defienden el modelo argumentado que una liberalización total de los horarios comerciales perjudicaría al pequeño comerciante y (dicen) los derechos laborales, y los detractores de la misma (entre los que se encuentra un servidor) cree que una liberalización total de los horarios comerciales beneficiaría a todas las partes: al consumidor, al comerciante, al trabajador y a la economía en general. ¿Y por qué quien firma considera que una liberalización comercial beneficiaría a todas las partes? Pues por que a mi entender una libertad total de horarios además de ser de justicia por ser una parte vital de la libertad empresarial, aportaría ventajas tanto al consumidor que podría comprar cuando quisiese, al comerciante que podría ver aumentados sus ingresos, al trabajador, pues se crearían más puestos de trabajo y dinamismo en el mercado, y a la economía en general, por un mayor dinamismo del comercio en general. Por supuesto existirán posturas opuestas, y las mismas serán totalmente respetables y de buen seguro que tendrán parte de razón en su argumentación, del mismo modo que respetada y razonable debe de ser considerada la postura de quienes creen en la libertad total de horarios comerciales. Pero lo que sin duda merece respeto y es un argumento sólido en sí mismo, es ver como otras ciudades, como otras economías del mundo que tienen un modelo más o completamente liberalizado, tienen una economía mucho más avanzada, y sobre todo una tasa de paro que dentro de ser grave es infinitamente inferior a la española.