
Como lo hablamos en el artículo anterior, hay ciertos aspectos o comportamientos que nos ayudarán a crecer usando la plataforma LinkedIn, pero, como ley natural, hay ciertas cosas que no nos ayudarán, al contrario, pueden perjudicar nuestra reputación, nuestra marca personal.
Ya discutimos sobre la esencia de lo que es esta red social, y discutimos las formas de utilizarla correctamente para obtener resultados más eficientes con los cuales crecer, aprender y descubrir nuevos conocimientos, tips, estrategias, talentos y de más, la lista es inmensa. Ahora es necesario analizar aquellas acciones que nos traerán solo malos resultados, frustraciones e incluso “miradas feas”
1. Evita mencionar y publicar cosas personales o íntimas. LinkedIn no es facebook ni twitter y solo se asimilan en que las tres son redes sociales. Posts como fotografías de tus alimentos o menciones de que tus mascotas se han portado mal, sencillamente está mal. Este tipo de publicaciones puede sugerir a los profesionales de tu red que no te interesa o que no respetas su tiempo. También, evitar temas sobre tu localización física, ya que esto afecta directamente nuestra seguridad propia y la pone en peligro. “Estoy fuera de la ciudad por 2 semanas en un viaje de negocios” Le das información de más a personas que se pueden aprovechar del hecho que tu casa está sola, o que te encuentras en X lugar para un posible ataque.
2. Hablar seguido sobre productos o servicios. No se debe utilizar la plataforma para atraer a clientes o consumidores, ni mucho menos generar spam. Si quieres hablar- bien o mal- de algo bastará una sola publicación y ésta, a mi parecer, debe ser sumamente respetuosa y profesional.
3. No trates temas que pueden ser ofensivos para ciertas personas o audiencia. Mucho menos temas muy sensibles. Es sentido común, si tu madre no querría escucharte hablar sobre algo, no lo publiques en LinkedIn.
4. Cuida muy bien la interacción que hay entre Twitter y LinkedIn. Sé selectivo entre lo que quieres que se vaya solo a Twitter y lo que quieres que se publique en las dos plataformas. El protocolo más habitual y común en LinkedIn es publicar solo un par de veces por día, mientras que en Twitter es de al menos 20 al día. Ten en cuenta la frecuencia con la que publicas en cada una. Recuerda, solo se asimilan en que son redes sociales, pero están hechas para diferentes propósitos, audiencias y estrategias, aprende a diferenciar.
5. No malgastes tu tiempo leyendo o siguiendo actualizaciones de personas y usuarios que violan lo anterior. Puedes utilizar la opción de “Ocultar” o “Hide” para dejar de seguir las publicaciones de esas personas y que paren de aparecer en tu página de inicio.
Sigue todas estas recomendaciones, junto con la del post anterior y estarás por el buen camino para ser un ciudadano ejemplar de LinkedIn. Tú eres tu propia marca y esta red es una vía para darte a conocer. Toma nota y dale importancia a la reputación que proyectas. Puedes conocer más sobre este tema mediante Pedro de Vicente, experto en esta plataforma y redactor sobre la misma. Tiene un artículo muy interesante sobre la creación de la marca personal en LinkedIn y lo puedes ver aquí.