
Los negocios son una cosa muy seria, por eso aprendamos sobre ellos jugando. Así, de esta forma tan aparentemente contradictoria puede iniciarse este artículo que pretende demostrar como en muchas ocasiones el jugar, el juego, como jugando es la mejor forma de aprender habilidades directivas y de desarrollo profesional que nos permitirán desarrollar, llevar a cabo adecuadamente nuestros negocios. En realidad, quien este artículo suscribe, es de los que piensa que en realidad, que en general, se puede bien decir que la vida misma en su totalidad y plenitud es un juego en sí misma, un juego al que jugamos sin darnos cuenta cada día, y que con cada decisión que tomamos le damos un nuevo aire a la partida. Una partida que sin duda tiene momentos trascendentes y momentos no tan trascendentes, momentos en los que el juego es una cosa muy sería y momentos en los que es banal, pero momentos, sean los que sean, en los que de cualquier forma y manera, de cualquier tipo, nos configuran y aprendemos de ellos, y en el mundo de los negocios lo mismo. Con ello no estoy diciendo que debamos tomarnos todo como un juego con el que divertirnos, que debamos ser unos irresponsables que se tomen su carrera profesional, sus negocios o su vida de una forma peligrosa y hasta cierto punto descontrolada, pero lo que sí que digo, a lo que sí que me refiero es lo siguiente: Primero, ya está bien que adoptemos la actitud de juego un poco en lo que hacemos y que le quitemos trascendencia a muchas de las cosas que hacemos, y que entendamos que a veces le ponemos vital trascendencia a cosas que en realidad poco la tienen. Segundo, aunque nos tomemos y aprendamos de la vida o de los negocios como si fuesen un juego, entendamos que a veces existe más seriedad y profundidad en el que entendemos como más banal de los juegos, que en lo que aparentemente se nos presenta con una profundidad y seriedad presuntamente insuperable. Y tercero, y ahora entrando en otra esfera y otra temática, ya no sólo es que entenderlo como un juego puede ayudarnos, es que existen juegos preparados para enseñarnos, para mejorar en el mundo de los negocios, y es que los juegos no son cosas de niños. Concretamente, y centrándome en este último punto que mencionaba, existen, como ya hemos visto en otras ocasiones, videojuegos, “serious games”, propuestas relativamente interesante, diseñadas, planteadas y preparadas para enseñarnos a hacer negocios jugando. Juegos virtuales o juegos presenciales, juegos para aprender habilidades directivas de forma individual, o juegos colectivos para por ejemplo profundizar en la importancia del trabajo en grupo y cohesionado entre los miembros de la empresa. Juegos en definitiva pensados, planteados, diseñados y preparados para hacernos mejores profesionales, para mejorar como personas porque no, y por supuesto, por supuesto, juegos que nos ayudarán mejor a gestionar o a hacer más competitivos y más excelsos nuestros negocios.