
Los bonos basura son aquellos que se encuentran clasificados por debajo del grado de inversión en el momento de la compra, y tienen un alto riesgo de suspensión de pagos o circunstancias crediticias adversos, pero que pagan más dividendos que el resto de bonos de mayor calidad para que los inversionistas se sientan atraídos hacia ellos. Los bonos son clasificados según una clasificación de créditos que describe el riesgo en base a clases, siendo los bonos clasificados por debajo del grado de inversión bonos basura o bonos de grado especulativo. Son atractivos para algunas estrategias financieras ya que pueden ofrecer mejores dividendos y los inversionistas como bancas y compañías aseguradoras no tienen permitido invertir en bonos por debajo de cierto riesgo. El valor de estos bonos se encuentra afectado en mayor medida que los bonos de grado de inversión debido a la posibilidad de suspensión de pagos. En momentos de recesión, las tasas de interés suelen tener tendencia a la caída y esta caída puede incrementar el valor de los bonos de grado de inversión mientras que aumentaría la posibilidad de suspensión de pagos en los bonos basura. Hay que tener en cuenta que también se pueden reempaquetar en obligaciones colateralizadas de deuda. ¿Por qué surgen estos bonos? Porque son bonos de grado de inversión en el momento en que se emiten pero que después el emisor cae en cuanto a la clasificación y se aumenta la posibilidad de suspensión de pagos, y estos son los ángeles caídos porque pasaron de ser muy importantes a ser bonos basura. Se descubrió más tarde que estos bonos habían sido menos valorados de su precio real, y por eso mismo se empezó a invertir en ellos. Más tarde, estos bonos basura se fueron extendiendo en los años 80 como mecanismo financiero en adquisiciones y fusiones de empresa, de manera que el adquiriente emitía bonos de este tipo para ayudar a pagar esa adquisición y emplear el flujo de caja para ayudar a pagar la deuda. Años más tarde, más del 80% de la suma de deuda emitida de empresas de Estados Unidos usaba estos bonos para propósitos de la empresa más que para compras, adquisiciones y fusiones. Podemos decir que los bonos basura son valores con baja nota de las calificadoras de riesgo que no alcanzan la categoría de grados de inversión pero que pueden tener un alto rendimiento muy por encima del valor del mercado. Y es que cuanto mayor es el riesgo mayor puede ser la rentabilidad. Su principal atractivo son su alta rentabilidad, y por eso hay empresas interesadas en este tipo de bonos basura.