
Los trabajadores por cuenta ajena trabajan una media de 38 horas a la semana según la Encuesta de Población Activa, la cual también admite que los trabajadores por cuenta propia o autónoma trabajan una media de 45 horas. Existe una clara diferencia de 7 horas a la semana, cifra cercana a las 30 horas al mes, entre los autónomos y los trabajadores asalariados. Aunque supuestamente los trabajadores autónomos podrían compaginar mejor su vida personal con la profesional, lo cierto es que esto no es así e incluso es más complicado compaginarla, aún trabajando en casa (en la cual se necesita cierta tranquilidad). No hay medidas de las administraciones para ayudar en este aspecto, y esto hace que los trabajadores autónomos tengan que trabajar más. No es un mito el hecho de que los autónomos trabajen más, no es verdad que trabajan menos, sino que es una realidad que se puede ver incluso en términos estadísticos y que la propia Encuesta de Población Activa puede constatar. Pero esta diferencia no es de ahora, de hecho desde el segundo trimestre del 2010 esto era así, de hecho en esa fecha incluso era superior con 45,5 horas a la semana. Esta reducción horaria no es para bien ni por una mayor necesidad de descanso, sino que se debe al menor nivel de actividad con la crisis económica. Y aún así, los autónomos tienen que trabajar más para conseguir incluso menos, trabajar más que los propios trabajadores por cuenta ajena e incluso a veces “llevarse el trabajo y los problemas a casa”. Con estas cifras, podemos ver claramente que es difícil de compaginar la vida familiar y la profesional en los autónomos. Y a falta de medidas concretas del gobierno para ayudar en este aspecto, a los trabajadores autónomos sólo les queda tomar sus propias medidas. La principal base para rendir más y mejor en el trabajo y así poder conseguir un mayor tiempo libre, si esto es posible, es organizarse y planificar el trabajo. Pero también lo es aprender a relajarse y sentirse bien, sin presiones. Las personas con estrés o un mal estado de ánimo pueden rendir menos y dedicar más tiempo al trabajo, y esto acabar en un círculo vicioso de difícil fin. Ya que los empresarios y autónomos no tienen unos horarios fijos, como así lo tienen los asalariados (aunque no nos engañemos, en ocasiones ni estos últimos), la base de trabajar menos horas es aprender a organizar el trabajo, rendir al máximo dentro de los horarios que se espera trabajar, delegar tareas si es necesario y no asumir más trabajo del que se puede asimilar.