
Un esquema simple de cómo las empresas desarrollan sus actividades sería por medio del ingreso de capital y el trabajo para luego convertirlos en un producto o servicio por el cual los consumidores del mercado estarían dispuestos a pagar. De todas maneras para que esa empresa pueda seguir operando depende de que pueda afrontar los costes de la calidad para compensar de esta manera la inversión. Durante el proceso productivo se presentan pérdidas que reducen la efectividad total de la organización. Una de esas pérdidas se manifiesta en los productos que no cumplen con los estándares de calidad, en donde será necesario reprocesarlos y alterando de esta manera Los costes de la calidad de los mismos. Como consecuencia se tiene que se produce menos y se ingresa menos dinero a la empresa. Si las pérdidas son importantes provocará un efecto más significativo a la empresa. A este tipo de costes los denominamos costes de calidad. Los costes de calidad tangibles Son aquellos que se pueden cuantificar y registrar en la contabilidad de la empresa. Se incluyen los reprocesos y los desperdicios. Además se pueden detectar mediante un sistema de costes de calidad pero en algunos casos pueden continuar ocultos. Los costes de la calidad intangibles Son los que no entran en la clasificación de tangibles. Dentro de éstos se puede mencionar los efectos producidos por la mala calidad, la insatisfacción de los empleados generada por problemas relacionados con la calidad, entre otros. A los costes de calidad también los podemos clasificar de la siguiente manera: Los costes de la prevención Se obtienen partiendo de la suma de costes de todas las actividades que tienden a evitar la mala calidad en los procesos de la empresa. Son costes de la calidad que se producen en el momento de evitar o reducir los errores en los sistemas productivos. Los costes de la calidad de evaluación Están relacionados con la medición, la evaluación o la auditoria de los servicios para lograr la adaptación de las normas de calidad. Es el total de gastos que se originan para determinar si una actividad se ha realizado correctamente. Los costes de la calidad de errores internos o externos Se trata de costes originados por los servicios que no se adaptan a los requisitos que demanda el cliente. Como es el coste de rechazo, la reelaboración, la reinspección, entre otros.