
En la gestión de las empresas se pueden llegar a cometer muchos errores, y es que si bien se aprende de los errores mucho mejor es saber cuáles son los que se cometen porque son los que probablemente más se cometerían. Los errores pueden producirse en un momento inicial o más allá de iniciada la actividad. No hay que dejarse llevar demasiado por las emociones, hay que estudiar antes de cada decisión, ya que las emociones pueden dar lugar a malas decisiones. La negatividad también es mala compañera, por lo que hay que buscar un ambiente de trabajo más positivo y buscar nuevas formas de conseguir los mejores resultados. No por no dejarse llevar por las emociones hay que permanecer constante, de hecho cambiar es bueno y no cambiar nunca manteniendo una postura convencional es otro de los errores que pueden suceder. Empezar la actividad sin un análisis estratégico es tan común como tan grave es el error. Hay que tener una orientación acerca del negocio y los aspectos que lo rodean, lo que en realidad se necesita y se puede carecer. Tampoco es bueno que falte la cultura de la empresa porque es una de las principales claves que diferencian a la empresa de la competencia. Una empresa sin cultura empresarial no es una empresa que destaque. Hay que saber qué se es y a dónde se va. Poner las políticas por encima de las personas es un error muy común, pero grave, porque las políticas se deben seguir dentro de un ámbito razonable, las políticas deben ser flexibles para poder adaptarse a clientes fieles y a las necesidades reales de los empleados. No hay que perjudicar a las personas por las normas y políticas de la empresa, ya que estas son un activo importante de la empresa. Una comunicación interna y externa es clave para el mejor funcionamiento de la empresa, y sin embargo son tantas las empresas en que a penas hay comunicación o cuya comunicación es mala o defectuosa. El conocimiento es poder, y esto viene por medio de la comunicación, los trabajadores deben saber lo que hacen, por qué lo hacen y que se espera de ellos. No escuchar a los empleados, otro aspecto de la comunicación de la empresa, puede ser un error importante porque pueden aportar muchas ideas y porque en realidad conocen su trabajo y qué es lo que se necesita. En ocasiones no existen respuesta a todo, el gerente no debe conocer todo, por ello es importante rodearse de buenos trabajadores que saben lo que hacen. La incompetencia es un error, por lo que se necesita una buena capacitación y rodearse de personas que saben lo que hacen, de asesores en los ámbitos en que sea necesario. Centralizar el poder es otro de los errores que puede dar lugar a un mal clima laboral. Creerse un todólogo es un gran error, es cierto que al principio quizá sea necesario, pero después hay que aprender a delegar, dejar que cada cual haga su trabajo. Hay que tener controles de todo en la empresa, para comprobar que todo va conforme debe ir, a pesar de que no tenerlos es otro error común en la gestión. La negación de responsabilidad es muy frecuente en algunos administradores, no aceptando las responsabilidades que le tocan, ya que se tiene todas las responsabilidades a su cargo. No contar con la gente adecuada es en ocasiones un problema, se requiere con personas capacitadas para sus labores. No hay que crear favoritismo en ciertos trabajadores ni esperar que los trabajadores confíen a ciegas en lo que van a hacer, hay que indicar qué deben hacer y explicar el proyecto y cómo hacer el trabajo en equipo. La previsión financiera y finanzas son aspectos en que se pueden cometer muchos errores, teniendo una mala previsión financiera en que se anticipa algo que finalmente no sucede, hay que hacer una buena estimación, se puede hacer inversiones en activo fijo pero también se debe contar con una cantidad para imprevistos, porque nunca se sabe qué va a pasar. No se debe tener deudas sin antes haberlas calculado y ver si realmente es necesario el crédito, para qué y cuánto se va a poder pagar. Aunque haya deudas o se busque financiación para varias cosas, hay que pensar cuánto se puede asumir y pensar en posibles imprevistos. Tampoco se debe hacer un consumo irracional o poco racional, hay que ahorrar más para conseguir mayores beneficios para la empresa. Todos estos errores y algunos más son los más comunes en la gestión de empresa, junto con la falta de planificación de todos los aspectos, y sin embargo pueden ser los más dañinos para la empresa. Evitar todos los errores incidiría muy positivamente en las empresas.